Imaginar cómo podría seguir el curso evolutivo de la especie humana genera especulación. Cómo los hábitos que ha adoptado la humanidad podrían generar cambios en la estructura del cuerpo, es una de las grandes preguntas que suelen surgir de aquellos más curiosos. Sabemos que la evolución avanza pese a que nuestro paso por aquí no nos permite ver inmediatamente los cambios. No obstante, están ahí, se están gestando justo debajo de nuestra piel. Los investigadores han descubierto una sutil transformación que demuestra que seguimos avanzando evolutivamente; cada día nacen más humanos con una arteria adicional.
Hasta la parte más pequeña en nuestro cuerpo es esencial para su funcionamiento, un cambio sutil podría representar la transformación del organismo. Pensemos en algo tan mundano como un vaso sanguíneo adicional en nuestros brazos, que podría convertirse en una característica común de la humanidad en el futuro.
La formación de la vida dentro del útero humano es uno de los procesos más asombrosos. El simple hecho de gestar vida dentro de sí, es ya un acontecimiento remarcable. Pero se eleva en un sentido más brillante cuando descubrimos todo lo que conlleva formar un pequeño cuerpecillo con todas las funcionalidades que ahora mismo posibilitan que estés leyendo estas líneas.
Mientras estamos todavía dentro de la gestación, nuestros brazos desarrollan una arteria adicional temprana. Llamada arteria mediana, se forma bastante temprano en la gestación de todos los seres humanos. Su función es transportar sangre adicional por el centro de nuestros brazos, para alimentar nuestras manos en crecimiento. Pero una vez que cumple su función, alrededor de ocho semanas más tarde, esta remite y se atrofia, dejando su tarea en las otros dos arterias de los brazos: el radial (gracias al cual sentimos el pulso en las muñecas) y la arteria cubital.
Sin embargo, la evolución sigue su curso justo ahora y cada día nacen más personas con esta arteria adicional en perfecto funcionamiento. Los anatomistas saben que dese hace algún tiempo que la remisión de la arteria media no es garantía. Es decir, se sabe que a principios del siglo XX nacieron más personas con la arteria media en sus brazos. Y sigue sucediendo con más frecuencia cada vez.
El hecho de que la arteria parezca ser tres veces más común en los adultos de hoy que hace más de un siglo, es un hallazgo sorprendente. Sugiere que la selección natural está favoreciendo a aquellos que se aferran a esa cantidad de sangre extra en sus brazos. De hecho, según los investigadores responsables de este hallazgo, tener una arteria adicional podría ser causa de dedos más hábiles antebrazos más fuertes. Aunque también tiene sus deficiencias, ya que supone un mayor riesgo de sufrir síndrome de túnel carpiano.
“Si esta tendencia continúa, la mayoría de las personas tendrán la arteria mediana del antebrazo para el 2100”, dice Teghan Lucas, anatomista de la Universidad de Flinders y autor de la investigación.
Por pequeña que sea esta modificación, es la clara manifestación de que la evolución continúa gestándose debajo de nuestra piel justo en este momento. Y además, nos recuerda la sabiduría de nuestros cuerpos que poco a poco se adaptan a las condiciones que les brindamos.
Referencias:
Lucas, T. Kumaratilake, J. Henneberg, M. (2020). Recently increased prevalence of the human median artery of the forearm: A microevolutionary change. Journal of Anatomy. DOI