La Vía Láctea es la galaxia huésped de nuestro Sistema Solar y aunque para nuestra efímera existencia parece ser la única, en realidad el Universo está compuesto por una vastedad de ellas. Tan sólo alrededor, existe un puñado de galaxias enanas entre las que están las Nubes de Magallanes, y un nuevo estudio augura que la corriente de gas desprendida de ellas, está cinco veces más cerca de nosotros de lo que se creía y que algún día terminará fusionándose con la Vía Láctea.
La Corriente de Magallanes
Durante los miles de millones de años que ha durado la danza cósmica de las Nubes de Magallanes alrededor de la Vía Láctea, han sucedido fenómenos extraordinarios. Se sabe que la gravedad que incide sobre el grupo de galaxias enanas ha extraído de ellas un enorme arco de gas. Mismo que los científicos conocen como la Corriente de Magallanes que, aunque resulta invisible al ojo humano, es posible observar en el cielo nocturno a través de los telescopios de rayos ultravioleta. Gracias a estas imágenes sabemos que la Corriente de Magallanes se extiende hasta casi la mitad de la Vía Láctea.
Pese a que las primeras observaciones de este arco de gas se dieron hace al menos tres décadas, su origen y el destino de su ubicación son todavía inciertos. En ese sentido los astrofísicos han estado intentando comprender cómo se dio su nacimiento y para ello, una nueva investigación de la Universidad de Wisconsin-Madison recreó el surgimiento ambas galaxias enanas, que debió haber ocurrido 3,500 millones de años atrás. Los resultados podrían tener una respuesta a cuál es el destino de la Corriente de Magallanes en el que, al parecer, también figura la Vía Láctea.
Cinco veces más cercana
Las simulaciones y los cálculos que se desprenden de esta investigación, sugieren que la Corriente de Magallanes se encuentra cinco veces más cercana a nuestra galaxia de lo que se creía con anterioridad. Es decir, que está ubicada a 65 mil años luz de nuestro planeta Tierra. “La distancia revisada cambia nuestra comprensión de la corriente. Significa que nuestras estimaciones de muchas de las propiedades de la corriente, como la masa y la densidad, deberán revisarse ”, dice Andrew Fox, coautor de la investigación.
Con estos nuevos datos, los investigadores concluyeron que la Vía Láctea y la Corriente de Magallanes terminen por fusionarse en los próximos 50 millones de años. De esta manera proporcionará material fresco necesario para impulsar el nacimiento de nuevas estrellas en nuestra galaxia. Aunque también confirmaron que la cantidad de materia que componen a la corriente es únicamente una quinta parte de lo que arrojaban los cálculos anteriores. Por lo tanto, no alcanzará a cubrir un terció de la Vía Láctea, tal como se había dicho con anterioridad.
Por otro lado, la simulación también arrojó datos interesantes sobre el movimiento de ambas nubes. Investigaciones a priori sugerían que las dos galaxias orbitaban una alrededor de la otra. Sin embargo, ahora se sabe que en realidad lo hacen en direcciones contrarias. Esta investigación ayuda a comprender el destino de nuestro hogar cósmico y cómo será su interacción con sus galaxias vecinas cuando por fin la gravedad haga de las suyas.
Referencias: Lucchini, S. D’Onghia, E. Fox, A. (2021). The Magellanic Stream at 20 kpc: A New Orbital History for the Magellanic Clouds. The Astrophysical Journal, 921 (2). DOI