Quizá pensamos en el espacio circundante a la Tierra como un vacío completamente desolado, pero no hay nada más alejado de la realidad. Rodeando a la Tierra existen miles de escombros de basura espacial que orbitan alrededor de nosotros sin rumbo ni destino. Entre ellos está el cohete Falcon 9 lanzado en 2015 por SpaceX y que ahora va camino a impactarse contra la Luna. Se trata del primer impacto controlado contra la Luna de un cohete humano.
En 2015, la compañía liderada por Elon Musk, lanzó el Falcon 9 cuya misión era colocar el Observatorio Climático del Espacio Profundo de la NOAA en órbita. Pero luego de completar su misión, el cohete quedó varado en los campos gravitacionales sin combustible para regresar a la Tierra. Desde entonces ha estado vagando sin rumbo alguno fluctuando entre las interacciones gravitatoria del Sol, la Tierra y la Luna.
Siguiendo un camino caótico, el Falcon 9 se quedó abandonado en la órbita alta de la Tierra. Ha estado muerto, simplemente siguiendo las leyes de la gravedad“, dice Jonathan McDowell del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian.
Un impacto no intencionado
Bill Gray, responsable del software Project Pluto que se utiliza para rastrear Objetos Cercanos a la Tierra, se percató de la desaparición del Falcon 9 e hizo un llamamiento a los astrofísicos del mundo para hacer un rastreo de la trayectoria del cohete de SpaceX abandonado, se cree que se dirige directamente hacia la cara oculta de la Luna donde impactará probablemente el 4 de marzo.
Con esto se convertiría en el primer impacto no intencionado y controlado del que nos hayamos percatado. El cohete explotará luego de hacer contacto con la luna y dejará en su lugar, un cráter artificial pequeño.
“A lo largo de las décadas, ha habido tal vez 50 objetos grandes de los que hemos perdido totalmente la pista. Esto puede haber sucedido muchas veces antes, simplemente no nos dimos cuenta. Este sería el primer caso confirmado”, dice el profesor McDowell.
El cráter ocasionado por el Falcon 9 no será de tamaño importante, apenas si dejará rastro de su procedencia. Pero el caso abre un debate sobre los desechos espaciales que hasta ahora no han causado mayores complicaciones. No obstante, si continuamos enviando naves, podrían existir problemáticas en el futuro derivadas de la contaminación espacial.
“Si nos adentramos en el futuro donde hay ciudades y bases en la luna, queremos saber qué hay ahí fuera. Es mucho más fácil organizarlo cuando hay tráfico lento en el espacio, en lugar de esperar hasta que sea un problema”, dice McDowell.
Se prevee que el cohete de SpaceX continue su trayectoria caótica que responde a las interacciones gravitacionales, hasta que impacte con la Luna en el mes de marzo. Además, se sabe que por la masa de la nave, debería impactar en la Luna a una velocidad de alrededor de 2.58 kilómetros por segundo.
