Siempre supimos que el ser humano escondía algo extraordinario. Nuestro origen es el cosmos, y, por ende, somos en parte polvo y estrellas. Aunque en el exterior veamos la combinación de la piel con elementos como células y órganos, recientemente los científicos descubrieron la bioluminiscencia humana.
Esto quiere decir que se encontró brillo en el cuerpo humano. Aunque en estudios anteriores ya se había demostrado que todas las criaturas producen una ligera cantidad de luz, hasta ahora no se tenían pruebas de la luz que produce el ser humano.
Pero ahora, por primera vez, una cámara logró capturar la bioluminiscencia humana. De acuerdo con un artículo publicado en la revista Plos One, los investigadores captaron algunas imágenes con lentes ultrasensibles que evidenciaron el ciclo de la luz.
Resultó que en un ciclo de 24 horas la luz más brillante se produjo al final de la tarde. Durante la noche se registró el brillo más leve y únicamente en zonas como la frente, las mejillas y el cuello. Sabemos lo que estás pensando: seguramente esta es una cámara térmica. Pues estás equivocado.

2009 Kobayashi et al
Las luces que revelaron la bioluminiscencia se producen en lugares distintos a aquellos en los que las imágenes térmicas suelen captar más calor. Esta bioluminiscencia humana es más débil que la señal de calor; incluso, no se puede observar a simple vista.
Por ahora la naturaleza no ha obligado al ser humano a evolucionar esta luz interna como una característica necesaria para su supervivencia. Sin embargo, hay insectos como las luciérnagas, algunos peces e inclusive gusanos que la utilizan como una herramienta de vida.
Pero, ¿qué es bioluminiscencia?
Este efecto es provocado por las reacciones metabólicas. Muchas criaturas llevan a cabo estas reacciones produciendo radicales libres altamente reactivos, los cuales también son generados por la respiración celular.
Las moléculas que reaccionan con químicos, mejor conocidos como fluoróforos, emiten fotones que podrían traducirse en luz. Estas imágenes son un descubrimiento fascinante y tomó mucho tiempo capturarlas. No obstante, esta es una pista más de la magia que esconde nuestra especie.