Es bien sabido que los agujeros negros van por el cosmos devorando todo aquello que se cruce por su horizonte de sucesos, pero nunca se había escuchado de un agujero que escupiera a pedazos una estrella devorada luego de años de haberla engullido.
Los agujeros negros son los entes devoradores más impetuoso del Universo. Los astrofísicos todavía no entienden completamente su naturaleza aberrante y cada día se sorprenden más por lo que son capaces de hacer. Hasta donde conocemos, cualquier estrella que cruce el horizonte de sucesos de un agujero, será devorado por este en un fenómeno que se conoce como Evento de Interrupción de Mareas (TDE), que luego llevará al objeto celeste por la espaguetización.
Básicamente la espaguetización se debe a la gran diferencia del campo gravitacional en diferentes puntos del objeto que está siendo tragado por el agujero, que termina por colapsar y por convertirse en un fideo de espagueti.
Pero no se sabía que además de engullir estrellas, los agujeros negros también son capaces de ‘eructar’ la materia que devoraron con años de diferencia entre un evento y otro. Justamente eso fue lo que descubrió un equipo de investigadores del Centro de Astrofísica de Harvard, un agujero eructando la estrella que se comió tres años atrás.
Agujero negro eructando una estrella
El evento que han llamado AT2018hyz, comenzó en 2018 cuando los astrofísicos lograron observar cómo el agujero negro atrapaba una desventurada estrella cercana. El objeto cayó en el inmenso campo gravitatorio del agujero y luego fue destrozado. Pero la sorpresa vino cuando en 2021, un radiotelescopio en Nuevo México, captó una extraña actividad proveniente del mismo agujero negro.
Este había comenzado a expulsar su bocadillo a una velocidad impresionante que alcanzó la mitad de la velocidad de la luz. Hasta ahora las eyecciones captadas, habían alcanzado apenas un 10% de la velocidad de la luz, por lo que este chorro de materia realmente salió muy velozmente.
Según los investigadores, antes ya se había visto a agujeros negros devorando estrellas para luego vomitarlas. Sin embargo, la eyección había ocurrido casi instantáneamente luego de haberlas devorado. En cambio, nunca se había logrado mirar un retraso de tanto tiempo luego de que se produjera la espaguetización.
“Esto nos tomó completamente por sorpresa: nadie había visto algo así antes”, dijo la autora principal, Yvette Cendes astrofísico del Centro de Astrofísica de Harvard y Smithsonian.
“Hemos estado estudiando los TDE con radiotelescopios durante más de una década y, a veces, descubrimos que brillan en las ondas de radio mientras arrojan material mientras el agujero negro consume la estrella por primera vez”, explica Edo Berger, coautor de la investigación. “Pero en AT2018hyz hubo silencio de radio durante los primeros tres años, y ahora se iluminó dramáticamente para convertirse en uno de los TDE más luminosos de radio jamás observados”.
Extrañamente es como si el agujero negro hubiera “comenzado a eructar abruptamente un montón de material de la estrella que se comió hace años”, explican los autores quienes también dicen que hubo un periodo de tres años de retraso en la TDE. Este es el plazo más largo que se ha observado entre la alimentación y la salida de materia en agujero negro.
Por ahora los astrofísicos no tienen una explicación concreta del porqué del evento, para ello, han dicho, se requiere explorar si este tipo de retrasos también ocurre en otras TDE y simplemente no habían sido detectados. Todavía quedan muchas incógnitas por responder, pero el hecho en sí mismo es uno de los más sorprendentes en el estudio de los entes devoradores del Universo.
Referencias: Cedes, Y. Berger, E. et al. A Mildly Relativistic Outflow Launched Two Years after Disruption in Tidal Disruption Event AT2018hyz. (2022). The Astrophysical Journal, 938 (1). DOI