No importa cuánto te esfuerces en lavar tu piel, millones de ácaros viven en tu cara por simple acto de naturaleza. El cuerpo humano es una máquina orgánica en plena evolución y su desarrollo implica la vida en todos sus rincones (sí, en todos).
Desde las uñas de los pies hasta los poros de la cara están infestados de organismos vivos. En el caso del rostro son millones de ácaros o microorganismos que promueven grandes colonias de bichos en nuestras entrañas.
Estas comunidades, que a nuestro ojos son invisibles, viven exactamente en los folículos pilosos y glándulas sebáceas. De acuerdo con un estudio, las personas adultas cuentan con al menos una especie de Demodex, pero ¿qué es esto?
¿Qué son los ácaros que viven en la cara?
Estos organismos faciales pertenecen al género arácnido Demodex y se dividen en D.folliculorum para los folículos y D.brevis para las glándulas sebáceas. Miden alrededor de 0.3 milímetros y su pequeño tamaño les permite esconderse con perfecta facilidad en los poros de la cara.
Aunque parezca perturbador contar con millones de diminutas arañas en el rostro, la realidad es que esta variedad de organismos es completamente inofensiva. A menos que el sistema inmune de una persona esté suprimido, entonces una superpoblación de ácaros de la cara podría llegar a causar inflamación o comezón.
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Si estás pensando en el acné vas por el camino correcto. Un aumento en estos ácaros también puede producir ciertos tipos de acné, rosácea o inflamación en párpados. Aunque no es muy común que las personas desarrollen padecimientos por los ácaros, la higiene siempre ayuda para mantenerlos bajo control.
Así viven los ácaros en la piel humana
Por si no fuera suficiente descubrir que millones de bichos viven en nuestra cara, también hay un video para observar su forma de disfrutar de nuestra piel. El propósito de explorar su comportamiento es descubrir algunas pistas sobre el por qué y cuándo llegaron a alojarse en los poros. Algunas de las teorías sugieren que los ácaros pueden llegar a través de la leche materna o incluso por parte vaginal, pero aún no está comprobar al 100%.
Asimismo, esta investigación puede explorar cuántas variedades de organismos se alojan en el cuerpo y si son parte de una barrera natural o cuál es su funcionamiento exacto. Hasta ahora sabemos que no nos molestan, pero no sabemos si su existencia se relaciona con algún otro ciclo del cuerpo. Lo que es un hecho es que hay una selva de ácaros en nuestra cara y debemos amarla y protegerla.