Muchas personas creen que eventos como ganar el boleto de lotería o conseguir un gran aumento de sueldo en el trabajo les traerá felicidad. Esto es correcto al menos hasta cierto punto. La felicidad correlacionada con los eventos no está asociada al tamaño de la recompensa, sino más bien en qué tan bien coincide la recompensa con la expectativa. Y, de acuerdo con un nuevo estudio, la felicidad no la trae el dinero como erróneamente creemos, sino que se esconde en el aprendizaje sobre la realidad del mundo.
Así por ejemplo si se recibe un aumento salarial del 10% cuando esperaba el 1%, te hará sentir más feliz que recibir el 10% cuando se esperaba el 20%. A esta diferencia entre una recompensa esperada y la real, se denomina error de predicción de recompensa. Esto motiva a las personas a repetir experiencias de las que inesperadamente obtuvieron recompensas que no sabían que conseguirían.
Un nuevo estudio sugiere que los errores de predicción tienen un papel clave en el aprendizaje. Esto es de suma importancia, ya que son la motivación para renovar experiencias de aprendizaje de las que se obtenga una recompensa inesperadamente grande.
A la par, estas experiencias permiten a las personas actualizar sus creencias sobre el mundo. En otras palabras, los errores de predicción de recompensas podrían ser factor de felicidad por el simple hecho de que nos ayudan a comprender el mundo un poco mejor que antes.
El experimento
Para probar esta idea, los investigadores diseñaron una tarea en la que la probabilidad de recibir una recompensa no estaba relacionada con el tamaño de la misma. Así separaron las contribuciones del aprendizaje, frente a la recompensa y la felicidad.
El experimento constó de personas que tenían que elegir cuál de los dos autos presentados ganaría. Los investigadores prepararon distintas condiciones en las probabilidades de ganar de cada auto. Así como de las recompensas que obtendrían si acertaban. No obstante, esto no se les informó a los participantes.
Los resultados arrojaron que la felicidad de los voluntarios después de las victorias no dependía de cuán grande era la recompensa, sino simplemente de cuán sorprendidos estaban de ganar.
¿Qué significa esto? Los expertos comprobaron su hipótesis. Es decir que la forma en que aprendemos sobre el mundo que nos rodea, es más importante que las recompensas que obtenemos directamente. Estos resultados abren la posibilidad de medir la felicidad en varios tipos de entornos, lo que ayudaría a comprender los factores que afectan directamente a la salud mental.