El debate sobre si la personalidad se forma por cuestiones meramente orgánicas, como si el cerebro viniera ya con su propia configuración, o bien, es mediante la sociabilización y el entorno que nos estructuramos, parece ser sempiterno. Muchos argumentan que bien podría tratarse de un 50/50. En ese sentido, el entorno juega un papel importante para determinar las personalidades y por lo tanto el espacio que habitamos nos determina en cierta medida. La geopsicología intenta descifrar cómo es que los espacios geográficos influyen en la personalidad de cada individuo.
Entender cómo es que las personalidades se estructuran en la mente de las personas es sin duda un desafío enorme para la psicología. Pese a que desde hace siglos se ha estudiado la mente humana, todavía no logramos conocer exactamente lo que sucede en aquel espacio intangible. Aunque sí que existen distintas clasificaciones para ciertos patrones presentes en el actuar de las personas, lo que llamamos personalidad.
La personalidad nos define como individuos, es gracias a ella que nos estructuramos en una configuración única e irrepetible. Los gemelos son el claro ejemplo de cómo una estructura orgánica aparentemente similar, puede desarrollarse en distintas formas dependiendo del entorno social. Y los psicólogos intentan comprender más sobre estas diferenciaciones que impactan de lleno en las personalidades. ¿Será acaso que la geografía tiene algo que ver? Aparentemente sí, eso dice la geopsicología.
Un nuevo estudio da pistas sobre cómo el espacio geográfico que habitamos, tiene grandes incidencias en los rasgos de la personalidad. A lo largo de la recopilación de datos y la conjunción de todos ellos en diversos mapas, se puede apreciar cómo las variaciones geográficamente significativas tienen relevancia en la distribución de los rasgos de personalidad de los Cinco Grandes.
¿Qué son los Cinco Grandes?
Se le denomina así a los cinco rasgos básicos de la personalidad en una teoría desarrollada por el profesor de psicología, Donald W. Fiske a finales de la década de los 40. Y que más tarde fue ampliada por otros investigadores del área psicológica. Según esta teoría, existen cinco grandes dimensiones amplias y básicas desde donde se estructura la personalidad.
Recientemente, investigadores encontraron que aparentemente la ubicación geográfica parece tener un efecto significativo en la prevalencia de los Cinco Grandes. De ahí su interés por estudiar cómo es que el entorno y todas las variables que esto trae consigo intrínsecamente, influyen en el desarrollo de la personalidad. Eso es justamente la geopsicología.
La geopsicología a través de los mapas
Como en todo aquello que se refiere a la mente humana que pertenece al orden de lo complejo, no todo está dicho ni tampoco es determinista. Ninguno de estos rasgos debe tomarse de forma aislada, simplemente son esbozo de la estructuración de la personalidad a través del entorno. Mismo que como ya hemos dicho, trae consigo otras variables complejas que deben tomarse en cuenta.
Sin embargo, resulta curioso observar cómo la distribución de las manchas que se muestran a continuación en los mapas, nos hablan de una relación geografía-psicología. Pese a que se trata únicamente de Estados Unidos, los investigadores intentan comprender que esta influencia se da en todo el mundo. El indicador que se puede observar de color naranja significa más alto que el promedio. Mientras que el azul significa menos bajo el promedio. De igual forma, más oscuro significa mayor distancia del promedio.