Desde el inicio de la pandemia por covid-19, el miedo y la incertidumbre se convirtieron en las principales emociones. Ya sea por el desconocimiento del virus, por su letalidad o su rápido contagio, la pandemia se convirtió en el suceso capaz de transformar nuestra mente y sus pensamientos.
El constante bombardeo de información sobre fallecimientos, contagios, el desarrollo de vacunas, etc., produce un estado de mayor ansiedad. Al final del día, después de ver, escuchar o leer tanta información la salud mental se ve comprometida.
Sam Whitney
Experimentar un sentimiento de constante amenaza e incertidumbre puede tener serios efectos en la psicología humana. Uno de los principales cambios se produce cuando el miedo nos lleva a comportarnos primitivamente, es decir, menos receptivos y claros. Actuamos a través del instinto sin evaluar los escenarios.
Nos volvemos más estrictos, los juicios morales y actitudes se convierten en un mapa más conservador. Incluso, el miedo puede impulsarnos a influir y transformar otros elementos de nuestro pensamiento, tales como la afiliación política, los conflictos sociales o nuestra creencia en la ciencia. Pero ¿cómo y en dónde suceden estos cambios?
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El miedo a la covid-19 y el sistema inmunológico conductual
La filosofía zen considera que es peligroso navegar por la vida sin el control de la mente. De hecho, puede ser tan arriesgado que se traduce en un comportamiento tóxico. Por esta razón, Pema Chödrön, una monja budista, considera que el entrenamiento mental es vital para guiar el pensamiento hacia estados concisos con el fin de vivir de forma compasiva.
Sin embargo, lejos de la filosofía de la mente y el espíritu, la ciencia propone que el miedo a los virus mundiales se debe a los efectos fisiológicos que provocan en el sistema inmune impidiéndonos continuar con el día a día.
Sam Whitney
Detrás de ese miedo hay una ansiedad por no tener un ingreso, por no poder cuidar de la familia o incluso no poder hacer las actividades básicas. De acuerdo con Mark Schaller, investigador de la Universidad de Columbia Británica, “enfermarse y permitir que este maravilloso sistema inmunológico funcione es realmente costoso”.
Para evitar todo este proceso, el ser humano desarrolla las respuestas psicológicas inconscientes. Esto se refiere al sistema inmunológico de conducta, una serie de pensamientos que funcionan como la primera línea de defensa ante el contagio.
Ahora, uno de los cambios que desencadena este tipo de comportamiento es la transformación de las interacciones con las personas. La mayoría de las personas prefiere alejarse de alguien que está enfermo por instinto. Es como una funciona cerebral que trabaja bajo la premisa del dicho: “mas vale prevenir que lamentar”.
Los riesgos del cambio psicológico conductual
Sabemos que esta respuesta psicológica y de comportamiento es natural, pero ciertamente las respuestas a menudo pueden ser algo exageradas. La información falsa e irrelevante suele impulsar con rapidez este proceso mental.
La toma de decisiones tanto morales, como sociales e incluso políticas pueden verse afectadas, aunque no tengan nada que ver con la amenaza actual. Por esta razón es importante trabajar en el autocontrol de la mente y saber reconocer la información real de lo falso.
Además, el sistema inmunológico conductual funciona distinto para cada persona. Algunos podrán tener un sistema más sensible y vivirán con intensidad la interpretación de la información. Por otro lado, hay otros que reaccionan medianamente; sin exagerar, pero tampoco descuidarse.
Joan Wong
El otro grupo se compone por aquellos que simplemente no cambian su rutina e incluso no ponen un acción su sistema conductual. Estos sin duda ponen en riesgo tanto su integridad como la de los demás.
Al final del día, el objetivo es analizar nuestro comportamiento y saber hasta qué punto estamos dejando actuar al sistema inmunológico conductual. Es posible que el miedo a la covid-19 esté desatando nuestros pensamientos o nos está impulsando a controlar la mente, realmente no lo sabemos.