Cuál es el significado espiritual del solsticio de invierno, un cuestionamiento que viene a la mente gracias a que desde tiempos antiguos, los procesos de la naturaleza han formado parte importante de la cosmovisión de las culturas. Tan sólo hay que recordar que a lo largo y ancho del planeta, los pueblos tradicionales han basado sus deidades y actividades en los ciclos de la naturaleza, nombrando a sus dioses a partir de estos y además, dándoles un lugar crucial en su idiosincrasia.
Solsticio de invierno
El solsticio de invierno se produce una vez al año, aunque gracias a los complejos movimientos de nuestro planeta y su eje de inclinación con respecto a la eclíptica, la Tierra experimenta dos solsticios de invierno de manera separada: uno en el hemisferio norte y otro en el hemisferio sur.
Mientras que todas las regiones hacia el norte a partir del ecuador celebran el solsticio de invierno entre el 20 y el 21 de diciembre, en el hemisferio sur se produce entre el 20 y el 21 de junio. Esto se debe a que nuestra Tierra gira con un eje de inclinación de 23.5º, lo que genera que uno de los dos hemisferios reciba mayor cantidad de luz que el otro en ciertos periodos del año. Es por esto que mientras el invierno entra en el norte, en el sur están experimentando el verano y viceversa.
Cuál es el significado espiritual del solsticio de invierno
Tanto los equinoccios como los solsticios han tenido una gran incidencia en la cosmovisión de las culturas y se les han atribuido distintas energías que marcan la apertura o el cierre de los ciclos importantes en la vida de cada persona. Esto tiene lógica, ya que son precisamente estos fenómenos astronómicos los que marcan el inicio y el término de las estaciones y el cambio de la energía solar disponible.
El término de solsticio, tiene su origen etimológico en la palabra latina ‘solstitium’ que significa ‘sol quieto’ . Durante el solsticio de invierno, experimentamos la noche más larga de todas y como consecuencia, el día más corto, por lo que anuncia la llegada de un periodo de oscuridad y calma, en la que el Sol ya no brindará su máxima energía.
Esto se ve reflejado en los ciclos de la cosecha, es decir, no es un época de fertilidad como el verano y por el contrario, es momento de consumir todo lo que se ha cosechado durante el otoño, que ha su vez ha sido producto del despertar de la primavera y la maduración del verano.
El significado espiritual del solsticio de invierno está intrínsecamente relacionado con los momentos para reflexionar. El sol ya no es el protagonista día a día y en cambio, nos brinda la oportunidad de mirar de frente a nuestras propias sombras, es una invitación para mirar hacia adentro y en ese sentido, encontrar la reflexión y el descanso necesario para culminar un ciclo importante. A su vez, nos recuerda que todo ciclo tiene altibajos, no siempre podremos colocarnos en el punto más alto con la energía al máximo, para llegar a esto, antes debemos aclarar la mente a través del descanso y el recogimiento que nos brinda el frío y la escasez de luz.