Praga es una de las ciudades más hermosas del planeta, pero si se distingue por algo, es por poseer el reloj astronómico más grande e intrincado de todos. Con un mecanismo complejo que a la vista se convierte en poesía, indica no sólo las 24 horas del día, sino que también muestra las posiciones exactas del Sol y la Luna en la bóveda celeste. Construido en 1410, es el reloj medieval más grande de todos y el que todavía sigue en funcionamiento, pese a que sufrió graves daños durante la Segunda Guerra Mundial.
Dónde se ubica el reloj astronómico
El reloj astronómico cuyo nombre oficial es ‘Staroměstský Orloj’, se encuentra en el pleno corazón de la ciudad de Praga. Se eleva en las alturas de la Plaza de la Ciudad Vieja en la capital de la República Checa, en la pared sur del Ayuntamiento de la plaza y se ha convertido en el favorito de los turistas que viajan hasta aquella ciudad del continente antiguo para admirar la belleza de la instrumentación astronómica.
Se instaló por primera vez en 1410, convirtiéndose así en el tercer reloj astronómico más antiguo de todos y el más antiguo que aún sigue en funcionamiento. Fue creado por el astrónomo, matemático y relojero Mikuláš de Kadaň, quien era profesor en la Universidad Charles Jan Sindel. Pero no fue hasta 1490 cuando se añadieron otros elementos como el calendario y las esculturas góticas que decoran la fachada. Más tarde, en 1866 se le agregaron las figuras de madera móviles que representan cuatro alegorías:
- Vanidad: representada por un hombre que sostiene un espejo.
- Avaricia: representada por un comerciante judío con su bolsa.
- Muerte: se le representó con un esqueleto con un reloj de arena.
- Lujuria: un príncipe turco con su mandolina es el encargado de darle vida a la lujuria.
Pero además de las figurillas que hacen alegoría a algunos de los vicios más grandes de la humanidad, también hay otras que representan a los 12 apóstoles de Jesucristo. Cada hora entre las 9 de la mañana y las 9 de la noche, las figurillas se ponen en movimiento y comienza el ‘Paseo de los Apóstoles’ que desfilan lentamente frente al reloj astronómico para luego volver a esconderse.
Cómo funciona el reloj astronómico de Praga
El Orloj posee tantos mecanismos con discos de números y muchas manecillas que es un poco complicado saber qué es lo que indica cada elemento. Pero una vez que se comprende, la totalidad de información que brinda es simplemente asombrosa.
Para leerlo hay que observar con detenimiento que posee dos placas centrales, la primera que es la de fondo sobre la que pende todo el demás mecanismo y que posee una composición de distintos colores con nombres sobre ellos, representa a la Tierra y la vista celeste desde nuestra perspectiva.
Los colores representan distintos momentos del día y cambian de tonalidad conforme el cielo recibe los rayos del Sol. Se puede observar que hay diferentes tonalidades que van desde el azul celeste, pasando por el naranja y el negro. Conforme transcurre el día, la manecilla que representa al Sol, se coloca en el color indicado y nos muestra la posición exacta del Astro Mayor. De manera que si observa el reloj durante la noche, verá al Sol posicionado en el color negro.
La posición de la Luna y el Sol en el reloj astronómico
Más hacia al frente vemos otra placa más pequeña con las doce constelaciones zodiacales, estas nos ayudan a saber en dónde se ubican tanto la Luna como también el Sol, en el bóveda celeste. Para saberlo, sólo hay que ubicar la manecilla indicada, en el caso de la Luna, hay que buscar la manecilla que representa al satélite natural que se distingue por poseer una luna en la punta.
El mecanismo de esta manecilla es tan asombroso que también nos indica la fase de la Luna en la que se encuentra al momento de observar el reloj astronómico. Lo hace gracias a que el orbe que representa la Luna, es mitad blanco y mitad negro, y va girando gracias a la gravedad para indicar la fase lunar actual.
Por otro lado, tenemos dos discos de números que rodean a todo el Orloj. El más exterior que es de color negro, indica la hora checa antigua o italiana. Gracias a él puede saber el momento exacto de la puesta del Sol que es donde se ubica el número ’24’. Desde luego que la hora de puesta de Sol no es la misma para todas las épocas del año, por lo que el disco de números va girando conforme transcurren las estaciones y siempre que veamos el ’24’ será la hora a la que el Sol se ponga por el oeste en aquella ciudad.
Finalmente, el disco interior de números que van del I al XII, indican la Hora del Este Central que es la hora local de Praga. La secuencia de números en este disco del reloj astronómico, van del 1 al 12 romano, para luego reiniciarse y repetir la secuencia, completando así las 24 horas del día.

Existen otros elementos más complejos como el Tiempo Sideral, así como las posiciones de los trópicos de Cáncer y Capricornio que también pueden leerse el Orloj, pero estos son más intrincados de leer, sin embargo, nos dan una idea de la lectura tan completa que el reloj astronómico de Praga nos ofrece.