La música ha demostrado tener el poder de impactar directamente en las emociones, pero también en el bienestar mental. El poder del sonido va mucho más allá de una simple pieza agradable que nos trae buenos recuerdos, sin que es a través de las vibraciones que somos capaces de conectar con lo más esencial de la vida. Y aunque hoy en día la frecuencia estándar es la de 440 Hz, en realidad la frecuencia 432 Hz podría ser más ideal para sincronizar con el Universo.
Todo en la naturaleza y el cosmos es energía, desde la luz hasta el sonido, son energías que están interactuando constantemente en la realidad. Se ha descubierto que los pulsos electromagnéticos de la naturaleza vibran a una velocidad de 432 ciclos por segundo, es por esto que se cree que mientras el humano pase mayor tiempo sincronizando con estos pulsos, mayor es el nivel de armonía que tiene con la realidad.
Afinación a diferentes frecuencias
La ciencia está presente en todos lados y en ese sentido, aunque la música es un arte que nos transporta a mundos completamente fuera de este, también tiene una ciencia detrás. El sonido son vibraciones constantes que se agrupan de forma armónica para regalarnos las piezas más melodiosas, pero con la evolución de la teoría musical se estipuló una frecuencia específica de afinación de los instrumentos.
Actualmente la mayoría de la música que escuchamos tiene una afinación de 440 Hz., pues así se estipuló en 1939 por el alemán Joseph Goebbels. A partir de esta fecha, casi toda la música que se crea está afinada en la nota ‘La’ que vibra a 440 ciclos por segundo. Sin embargo, muchos científicos y músicos creen que esta afinación es demasiado alta y que de hecho, genera muchas tensiones.
En cambio, la afinación a 432 Hz, es mucho más amigable y se encontraría en armonía con las pulsaciones de la naturaleza. Es por esto que la mayoría de la música creada para meditación, está afinada con estada última frecuencia, para ayudarnos a vibrar con el Universo y así, encontrar un mayor estado de tranquilidad.
Melodías meditativas
Aquellos que se dedican a explorar los efectos de la música meditativa en el ser humano, dicen que la frecuencia 432 Hz, no sólo tiene el poder de brindarnos una experiencia musical agradable, sino que también afectaría directamente el bienestar del cuerpo.
Aparentemente este estado de relajación tiene una explicación que radica justamente en que nosotros mismos vibramos a frecuencias similares. La respiración humana de 0.3 Hz y las pulsaciones del corazón a 1.2 Hz, lo que es una octava inferior a 432 Hz.
Muchos músicos han experimentado con esta frecuencia, de hecho, los grandes compositores de la antigüedad afinaron sus instrumentos a 432 Hz y es por esta razón que la música clásica nos lleva a un estado de relajación. La buena noticia es que la música es tan extensa que incluso hoy en día, hay artistas que siguen experimentando con esta frecuencia y crean música especialmente para la meditación.
