El Día de San Valentín se celebra en muchos países alrededor del mundo, cada uno aporta sus propias tradiciones y se festeja de distintas formas. Pero muchos se han cuestionado el verdadero origen de esta celebración y quién fue San Valentín. Una narrativa que entremezcla historia con creencias religiosas, pero sobre todo, grandes incógnitas, pues se cuestiona la verdadera existencia del santo que le da nombre a la celebración.
Según los registros de los santos católicos no existe un solo San Valentín, sino que hay un listado total de 11 santos que llevan tal nombre. Distinguir al protagonista del 14 de febrero se vuelve todavía más complicado pues, en todos los casos el santo en cuestión se asocia con mensajes de amor. Aunque se ha mencionado a tres de ellos que podrían haber inspirado la celebración que también es comúnmente llamada el Día del Amor y la Amistad.
San Valentín, Jacopo Bassano
En busca del verdadero San Valentín
El Imperio Romano basó su poderío en la conquista, por lo que el ejército jugó un papel de suma importancia para mantener su estatus. Cuando Marco Aurelio Claudio (214-270 d.C.) llegó al poder y se coronó como emperador romano, comprendió muy bien que sus soldados eran fundamentales para mantener el imperio. Esto implicaba no tener lazo alguno familiar, pues de esta forma el miedo a arriesgar sus vidas sería menos y estarían dispuestos a morir en nombre de Roma sin impedimento alguno. Por esta razón, prohibió los lazos matrimoniales para todo aquel militar de aquella época.
Pero entre todos los obispos hubo uno que se rehusó a acatar las leyes del emperador. De nombre Valentín y de profesión médico que más tarde se convirtiera en sacerdote, desafió las leyes dictadas por Marco Aurelio. El religioso continuó oficiando misas de casamiento para militares y cuando se le descubrió fue martirizado.
Marco Aurelio Claudio, el gótico.
Existe otro relato que narra la historia de otro religioso de nombre homónimo que tenía la costumbre de repartir rosas por las calles. Incluso existen registros que relatan a un Valentín que cortaba corazones de pergamino para luego entregarlos a soldados y recordarles a sus seres queridos durante la guerra.
De todas las historias de santos que pudieran encajar con el nacimiento de la celebración de San Valentín, existe otra también de un religioso con el mismo nombre que desafió a familias de renombre. Según las narraciones, este habría oficiado el casamiento en contra de toda aceptación social, de un joven cristiano con una mujer pagana.
El origen del Día de San Valentín
La tres diferentes historias se confunden a menudo y se entremezclan, sin embargo, según los registros católicos se trata de diferentes santos. Pero quienes se cuestionan más allá de lo que dicta la religión, dudan si San Valentín realmente existió. Pues si de por sí ya resulta difícil identificar al protagonista del 14 de febrero, todavía más difícil resulta probar su existencia. Cabe destacar que este cuestionamiento ha levantado los más encarnizados debates, llevando incluso a la iglesia católica a sacar la celebración del calendario litúrgico desde 1960, tras el Concilio Vaticano II. No obstante, la tradición ha quedado impregnada en las sociedades y se ha transformado en una celebración ampliamente aceptada.
Fiestas Lupercales, Andrea Camassei
El martirologio romano es un listado que ofrece la biografía de los santos que figuran en el calendario litúrgico de la religión católica. Respecto al 14 de febrero, se menciona a San Valentín con una muy breve explicación donde se dice que fue martirizado en esta fecha en “Roma, en Vila Flaminia, junto al puente Milvio”. Es toda la información que aparece, que es tan escueta que no permite saber más sobre el origen del Día de San Valentín. El misal ante el Concilio Vaticano II tampoco es muy claro al respecto, la única información que proporciona es que Valentín fue un sacerdote a quien se le martirizó por el año 270.
Los estudiosos creen que con tales características se puede decir que el San Valentín en quien está inspirado la celebración del 14 de febrero, vivió en Roma en el siglo III. Por lo tanto, se ubica espaciotemporalmente durante el imperio de Marco Aurelio Claudio. Información que también es coherente con el hecho de que aparezca el puente Milvio como un sitio relevante en la historia.
El sincretismo con lo pagano
Aunque históricamente es probable que San Valentín sí haya existido, que su muerte ocurriera un 14 de febrero no se puede probar. Quien estipuló oficialmente la fecha fue el Papa Gelasio I en el año 469 y la idea no es simple casualidad.
En las fechas cercanas al Día de San Valentín, la Antigua Roma tenía su propia celebración llamaba Lupercalia. No se sabe exactamente el origen de la tradición, pero se cree que proviene de las culturas paganas mucho más antiguas que Roma. También llamada Las Lupercales, era un ritual dedicado a la fertilidad. Durante su celebración se tenían encuentros íntimos para pedirle a los dioses una cosecha fértil.
Probablemente como ha ocurrido con muchas otras celebraciones católicas, la iglesia aprovechó el sincretismo cultural para la apropiación de celebraciones paganas. De esta forma, se incorporarían nuevas tradiciones basadas en las creencias católicas tras entremezclarlas con las antiguas. Así surgió el Día de San Valentín que hoy en día se celebra ampliamente en el mundo, aunque ha evolucionado en una celebración más de costumbre que de tradiciones religiosas.