La ciencia desvela algunas verdades incómodas aunque muy útiles para conocer más sobre el amor. El amor es un sentimiento incomprendido y muy difícil de definir. Depende desde qué postura se le mire, es que podemos atisbar vagamente un concepto. Sin embargo, es una tarea sumamente complicada, ya que hay tantas versiones de amor como personas en el mundo.

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Lo que sí, es que la ciencia ha dado su versión sobre las verdades más incómodas del amor. Aunque, debemos advertirte que la concepción de amor bajo el que se fundamenta este listado tiene más que ver con el enamoramiento de pareja que con el amor hacia la humanidad.
Verdades sobre el amor romántico
Es una adicción
Varios psicólogos e investigadores de los procesos del cerebro asociados con las emociones, consideran al amor romántico como una adicción. También se piensa que podría ser una forma positiva de adicción cuando el amor es correspondido, no obstante, esta se tornaría destructiva cuando no hay correspondencia.
Los investigadores fundamentan que el amor presenta características intrínsecas de la adicción, por ejemplo, “la atención intensamente centrada en un individuo, cambios de humor, ansias, obsesión, compulsión, distorsión de la realidad, dependencia emocional, cambios de personalidad y pérdida de uno mismo”.
Incluso, en una investigación realizada por la antropóloga Helen Fisher, se demostró que cuando nos encontramos frente a la pérdida de una relación amorosa, se activan los mismos mecanismos de abstinencia que con sustancias como la cocaína y el tabaco.

Davide Bonazzi
¿Emoción? No, es un impulso
Helen Fisher no es una simple antropóloga y bióloga hablando del tema, en realidad ella ha dedicado su vida profesional para investigar los procesos biológicos derivados del amor. Según Fisher “el amor no es una emoción, sino un impulso, una necesidad fisiológica para todo ser humano”.
Acorde con sus investigaciones, el amor surge a partir de la segregación de la feniletilamina, que es un neurotransmisor que tiene la capacidad de aumentar la lucidez mental y la energía física. A su vez, el cuerpo responde a este neurotransmisor, segregando dopamina, norepinefrina y oxitocina. Cuando surge la combinación de este combo de drogas endógenas en el cuerpo, es cuando se generan los vínculos interpersonales entre una pareja.
La belleza importa
Los estereotipos de belleza no son justamente lo que aquí nos atañe, dependen de la cultura y otros varios factores. No obstante, mucho se ha debatido si el físico importa o no cuando se trata de la atracción amorosa. Según los estudios en materia, la respuesta es un lamentable sí.
Según un estudio realizado por la Facultad de Psicología de la Universidad de Aberdeen, la belleza no es una simple construcción social. Sino que el atractivo físico parece estar arraigado a nuestra biología. Los aspectos estructurales de la apariencia facial humana están vinculados a la simetría. Lo que comprueba la teoría sobre que el cerebro humano ama tener presente la simetría en todos los aspectos de su mundo.
Evidentemente no todas las preferencias resultan iguales para todos, dentro de cada sujeto surgen diferencias individuales preferenciales. Pese a ello, el estudio argumenta que estas son meramente adaptativas. Es decir, se han desarrollado acorde a la teoría de evolutiva. Lo cual tiene sentido, ya que el amor desencadena la probabilidad de procreación y supervivencia.
Latencia a la infidelidad
Según Fisher, el amor romántico no funciona de forma lineal, sino que oscila entre tres los tres sistemas cerebrales.
Cada uno de ellos presenta un objetivo específico. Es decir, que no necesariamente trabajan juntos y pueden entrar en conflicto uno con otro. Así, el impulso que tira hacia la infidelidad está latente a pesar del apego y el amor romántico.
¿Entonces no hay salida a la encrucijada? Claro que la hay, por ello es importante fortalecer otras áreas que lleven a un vínculo más estrecho y honesto. Según Fisher “ser honesto y leal”, es la mejor opción.
Referencias:
Fisher, H. Brown, L. Aron, A. Strong, G. Mashek, D. (2010). Reward, Addiction, and Emotion Regulation Systems Associated With Rejection in Love. Journal of Neurophysiology. DOI
Little, AC, Jones, BC y DeBruine, LM (2011). Atractivo facial: investigación basada en la evolución. Transacciones filosóficas de la Royal Society of London. Serie B, Ciencias biológicas. 366 (1571), 1638–1659. DOI