La migraña con aura es un dolor de cabeza muy agudo que, mediante una serie de alteraciones sensoriales (aura) previas, le “advierte” al individuo que está por aparecer el dolor. Éstas pueden ser sonoras, táctiles e incluso visuales. Desde un sentimiento “extraño” en todo el cuerpo, como un hormigueo, hasta sonidos sutiles pero muy peculiares, y diversas perturbaciones ópticas como rayos y destellos estridentes, líneas en zigzag, estrellas brillantes o simplemente luces. La migraña con aura puede incluir alucinaciones aún más complejas, que implican la distorsión de colores y tamaños de la realidad.
Una migraña que provoca auras visuales no necesariamente demuestra la gravedad o la intensidad del dolor pero sí asegura que, por lo menos, tendrás que pasar algunos días sin ver la luz, en un sitio tranquilo. Pese a las múltiples investigaciones realizadas a lo largo de la historia médica, aún no se conocen con exactitud las causas que desencadenan las crisis migrañosas, aunque se sabe que pueden anunciar que algo en tu cuerpo no anda bien. Pero mientras la ciencia logra descubrir qué es lo que ocurre en nuestro cerebro cuando aparece una migraña o qué causa las alucinaciones, un médico de 1870 nos dejó esta precisa (y muy bella) ilustración sobre lo que experimentó al ser víctima de una migraña con auras visuales.
Al parecer, el médico inglés Hubert Airy buscó plasmar su experiencia visual de una migraña. De acuerdo con un artículo de National Geographic, Airy se dio cuenta de su enfermedad en el otoño de 1854, cuando notó un pequeño punto ciego que interfería con su capacidad para leer:
Al principio, se parecía al lugar que se ve después de haber mirado el sol o algún objeto brillante.
Pero el punto ciego crecía y sus bordes tomaban una forma de zigzag que le recordaba a los bastiones de una ciudad medieval amurallada; una especie de imagen en movimiento con colores de todo tipo:
Todo el interior de la “fortaleza”, por así decirlo, estaba hirviendo y girando de la manera más maravillosa, como si fuera un líquido espeso, todo vivo…
Cuando esto ocurrió, Airy apenas era un estudiante. Pero más tarde, la descripción del “aura” que había experimentado –esos síntomas alucinantes que auguran la migraña– se convirtió en este dibujo que ha sido un icono en el estudio de la neurología, luego de haberse publicado en las Transacciones filosóficas de la Royal Society en 1870. Pero,lo más fascinante de este dibujo es que Airy logró plasmar de manera perfecta la forma en la que está organizada la corteza visual medio siglo antes de que se lograra obtener un mapa concreto de esta área del cerebro, encargada de procesar lo que vemos.
Tal vez Hubert Airy no era un gran dibujante, pero atesorar e inmortalizar lo que alucinó durante su primera migraña en este simple dibujo consiguió, de la nada, imprimir un reflejo vivo de su cerebro.