Tener animales de compañía literalmente nos regala vitalidad, pero también puede ser difícil. Mucho más difícil que tomar la decisión de tenerlos. Por eso –y porque se trata de un ser vivo–, es importante repensar con seriedad, antes de adquirir una mascota, si podremos cuidarla con todas las necesidades que eso implica.
Tan sólo este dato tan desolador como gravoso nos hará pensarlo dos veces: en México, de cuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 70 % de las mascotas son abandonadas. Y no sólo eso:
México ocupa el 1er lugar de América Latina en animales en situación de calle.
De acuerdo con la organización Adoptare, se trata de un problema común en las grandes capitales de latinoamérica, que obliga a dichas ciudades a enfrentar graves retos en torno a los animales en abandono. Alan Rozz, fundador de Adoptare México, explica que, aunque las adopciones de animales han aumentado en los últimos años, todavía se compran cachorros y se regalan como objetos, por lo que el abandono también continúa aumentando.
Según el censo del INEGI de 2016, la cifra de perros en el país es de aproximadamente 19.5 millones; por su parte, la Asociación Mexicana de Médicos Veterinarios y Especialistas en Pequeñas Especies estima que este número podría ascender a 28 millones.
También en Ecoosfera: Aliviar el sufrimiento animal es nuestro imperativo ético y moral
Adopta, no compres
Numerosas investigaciones han comprobado los beneficios mentales, emocionales (e inclusive físicos) que las mascotas pueden detonar en nosotros. Los perros, especialmente, figuran en las terapias contra la depresión y la ansiedad, así como en la sanación rápida de las enfermedades, precisamente por demostrarnos esa fidelidad natural digna de su especie.
Con tanta dicha que los canes son capaces de ofrecer, resulta difícil entender cómo es que existen tantos de ellos en situación de calle. Se piensa que la razón principal es que no se ha logrado cultivar una cultura de la esterilidad. Sin embargo, la cría de perros de raza sigue siendo un negocio y aún nos queda mucho por hacer en cuanto a la educación colectiva que demanda tener un perro en casa.
Por ello, siempre es importante adoptar en vez de comprar. Darle la oportunidad a un ser vivo que está dispuesto a darlo todo por quien se atreva a cuidar de él.
En la Ciudad de México, muchos albergues, asociaciones y ONGs se dedican a rescatar a estos animales en espera de un dueño. En este link puedes revisar algunos.
Existe una arraigada (y muy obsoleta) idea de que los animales no pueden sentir. O que al no poderse comunicar mediante un lenguaje de palabras no tienen conciencia de sus sentimientos, por ejemplo del dolor. Actualmente son muchos los estudios científicos que han desmentido este mito infundado, y que pretenden informar a la sociedad para que, de una vez por todas, entendamos que se trata de una vida de la que nos hacemos cargo.