La serotonina es un neurotransmisor que influye de forma directa en los estados depresivos. Si su nivel en la sangre es alto, te otorga placer y una sensación de bienestar, además de disminuir el deseo de comer harinas y dulces. En cambio, si tu nivel de serotonina es bajo, comienzas a tener más deseos de comer alimentos dulces y, por consiguiente, subes de peso.
De los tres macronutrientes que conforman a los alimentos, los hidratos de carbonos son los que más influyen en este sentido, puesto que actúan de forma directa sobre los niveles de serotonina.
Además, existen otros alimentos que contienen dentro de sus proteínas un aminoácido llamado triptófano, el cual interviene en la producción de serotonina, por lo cual es importante que lo incluyas en tu dieta.
Como verás, la dieta, a través de los alimentos ricos en serotonina y su precursor, el triptófano, puede ayudar a combatir los síntomas de la depresión.