Es un error pensar que vivir sosteniblemente no va de la mano con la comodidad o con cuidar de la economía familiar. Muchas veces, llevar una vida sustentable es más barato que depender del consumismo para sentirnos cómodos o felices.
Te proponemos 10 sencillas preguntas que te puedes hacer antes de comprar algo; te ayudarán a determinar si realmente necesitas hacer esa compra o si, mejor, puedes arreglar algo que ya tienes o quizá compartirlo con alguien. Te aseguramos que si realmente las aplicas en tu día a día podrás ahorrar algo de dinero y cuidar el planeta al mismo tiempo:
Sea una licuadora, un suéter, el último gadget o una caja de galletas, pregúntate qué pasaría si decides no comprarlo. Si no pasa nada, lo más probable es que no lo necesites. Parece obvio, pero cuidar del medioambiente no tiene por qué hacer que tu vida sea más cara o difícil. Piensa que esos “lujos” innecesarios que serán utilizados una vez para después ser relegados a un rincón en donde acumularán polvo, contaminan al planeta, en algunos casos contribuyen a la explotación de personas, y, además, te hacen gastar dinero que podrías invertir en algo realmente necesario y sostenible.
Otra manera de ser autosustentable es evitar alimentos procesados: si cocinas todo a partir de productos básicos evitas ingredientes nocivos, paquetes contaminantes y, en muchos casos, calorías.