Aunque a simple vista el pez ‘O’opu podría no llamar la atención de los observadores, pues su apariencia no parece tener ningún rasgo extravagante, al verlo moverse todo cambia de repente. Este pez tiene un tesoro escondido en su comportamiento y es que es el único de los suyos que puede escalar piedras.
Endémicos de Hawái, apenas salen de su cascarón los ‘O’opu ya se enfrentan a las tempestades de la naturaleza. Con tan sólo unos segundos de haber nacido, los peces tienen que nadar contracorriente y enfrentar la fuerza descomunal de la fluidez de los ríos para poder llegar hasta el mar donde llevan una vida un poco más tranquila.
Sin embargo, para supervivencia de su especie los ‘O’opu tienen que atravesar por una hazaña todavía más increíble; la de escalar grandes riscos con caídas de aguas intempestivas. Cuando alcanzan la edad reproductiva, abandonan el mar para internarse en los arroyos de Hamakua, Hawái, que es la región que tiene la población más grande del mundo de esta especie de peces.
Lo hacen para encontrar un lugar seguro donde colocar sus huevecillos y así garantizar la supervivencia de los suyos. En lo alto de los arroyos sus huevecillos están más seguros de depredadores y tienen mayores probabilidades de nacer, sin embargo, esto los enfrenta a una dificultad mucho mayor a nadar contracorriente, la de escalar grandes cascadas.
Una vez que se adentran en los arroyos, nadar contracorriente no será la aventura más dificultosa. La escalada de piedra es una de sus grandes habilidades, poco a poco se adhieren a las superficies resbalosas de las piedras de río para emprender su hazaña. Sorprendentemente no lo hacen sólo una vez en sus vidas, sino que suben cuesta arriba unas cuantas veces por año.
Tres veces el monte Everest
Los peces ‘O’opu cuentan con patrones en su piel que les ayudan a camuflarse entre las piedras de río en su aventura de escalada, tienen colores que van desde los marrones, pasando por los grises y hasta los dorados. Además, son pequeños comparados con otros de su mismo grupo biológico, pues no superan los 18 centímetros.
En total se conocen 5 variantes de peces ‘O’opu, pero todos ellos tienen la misma característica conductual, la de saltar del agua para adherirse con sus cuerpos a las rocas en picada de las cascadas. Una vez ahí, comienzan a escalar impulsados por su boca y abdomen, además de utilizar sus aletas como refuerzos para continuar cuesta arriba.
Según los biólogos el esfuerzo que estos pequeños peces realizan al escalar las cascadas, es descomunal. Para ponerlo en contexto, su equivalente para los humanos sería escalar tres veces el Monte Everest, una aventura demasiado agotadora si lo ponemos de esta forma. No obstante, para los ‘O’opu desafiar la gravedad es parte de su evolución y por ello es que son tan especiales.
