En lo profundo de los océanos, grandes seres se pierden para recorrer el planeta. Desde calamares gigantes hasta criaturas de la oscuridad permanecen bajo las aguas tranquilas, pero hay otros que su enorme naturaleza revelan su presencia. Este es el caso de la ballena de aleta.
Hasta antes de la era moderna y el auge de la caza de ballenas, el rorcual o ballena de aleta era una de las especies más abundantes en el océano Antártico. Gracias a la velocidad de su nado, esta ballena pudo evitar la caza por mucho tiempo hasta que los barcos de vapor llegaron.
Durante el siglo XX, la prolongada caza industrial de ballenas casi llevó a la extinción a esta especie. Por esta misma razón sus poblaciones disminuyeron drásticamente en su zona de alimentación en las aguas frías del océano Antártico. Sin embargo, según un estudio por Herr y colaboradores, las poblaciones de esta ballena están regresando a sus áreas de alimentación en la Península Antártica.
La ballena de aleta, también conocida como rorcual común es el segundo mamífero más grande en el mundo, detrás solamente de la ballena azul. Tiene una longitud de entre 19 y 24 metros y llega a pesar casi 80 toneladas. Esta ballena diferenciable por su distintiva cresta detrás de su aleta dorsal actualmente está considerada en peligro de extinción debido a la caza indiscriminada de la misma en el siglo XX.
Un pasado oscuro y un futuro prometedor
Se cazaron más de 700,000 ballenas de aleta, sobreviviendo para 1986 solo entre 1-2% de la población original de la especie. (1, 2). Sin embargo, según el reporte de Herr y colaboradores, el reciente aumento de sus números en sus antiguas zonas de alimentación en la Península Antártica, parece mostrar que la población de estas ballenas se encuentra en recuperación. (1)
Bomba de ballena
Una población sana de estas ballenas podría aumentar el efecto conocido como “bomba de ballena” (whale pump) donde la popó de estas que se libera cerca de la superficie provee al océano de altas concentraciones de nitrógeno, el cuál puede ser utilizado por organismos como el fitoplancton, ayudando así a aumentar la productividad primaria en las áreas de alimentación de estas ballenas. (1, 3, 4) Gracias a este efecto, las ballenas permiten que indirectamente aumente la captación de CO2 de la atmósfera debido a la actividad fotosintética del fitoplancton. (1)
Todo esto nos muestra el importante rol de las ballenas no solo en sostener las cadenas tróficas del mar, sino en ayudarnos en nuestra lucha contra el cambio climático.
Video: NPG Press. Aumento de ballenas de aleta en Antártida
Referencias
[1] Herr, H., Viquerat, S., Devas, F. et al. Return of large fin whale feeding aggregations to historical whaling grounds in the Southern Ocean. Sci Rep 12, 9458 (2022). [2] Facts. (s.f.). WWF. [3] Black. (2015). Sciencespeak: Whale Pump. National Geographic. [4] Roman, J. & McCarthy, J. J. The whale pump: marine mammals enhance primary productivity in a coastal basin. PLoS ONE 5, e13255. (2010).