¿Alguna vez te ha llegado a la mente la idea de que esas plantas con las que cohabitas día a día no sólo sienten, sino que también escuchan? Algo así se han preguntado diferentes personajes, entre ellos alquimistas, chamanes, biólogos y escritores que tuvieron la certeza de que el reino vegetal tiene su propio lenguaje. La música tampoco ha sido excepción.
Dado que la música parece ser, también, una forma de comunicación para quien la hace o la escucha, su proximidad con el reino de las plantas no ha sido ignorado. En breve te compartimos un ejemplo.
Ilustración: Morgan Rosskopf
Music for People & Their Plants Vol. 1 es la primera entrega musical de varias que la artista Morgan Rosskopf ha diseñado especialmente para que las personas escuchen con sus plantas. Un álbum hipnótico, que curiosamente utiliza sonidos al estilo ambient (género históricamente conocido por su sensibilidad hacia la naturaleza).
Inspirada en los primeros trabajos de música para la naturaleza (Plantasia de Mort Garson, 1976) y en las obras que defienden la idea de que las plantas tienen una conciencia oculta (La vida secreta de las plantas, de Peter Tomkins), el trabajo musical de Rosskopf explora las posibilidades de una comunicación (acaso telepática) con esos seres que conviven todos los días con nosotros, casi de manera invisible.
(Dale play) Rosskopf también es ilustradora y desde este ángulo se inspira en la naturaleza humana: en los monólogos interiores fabricados en la psique. Los sentimientos de ansiedad, disonancia, vulnerabilidad y amor escriben el destino de su trabajo visual, para sencillamente inspirar también el de su música. El alcance creativo de la metáfora es un recurso constante en su trabajo; de ahí su fascinación por un arquetipo plantae: Me encantan las plantas porque no tienen ego. Señaló la artista. No tienen equipaje y viven una vida simple. En su mayoría son autosuficientes. Encuentro estas cualidades profundamente inspiradoras. Quiero aprender estas lecciones de las plantas mientras las cuido.
Rosskopf, quién además trabaja en una florería en Portland, invita a las personas a que suspendan su incredulidad unos instantes y se abran al universo de las nuevas ideas, como esta: la posibilidad de que nuestras plantas, al igual que cualquier ser vivo, (nos) sientan a través del sonido. Sin duda no es la primera ni la última vez que los artistas destinan su música al deleite de la naturaleza. Y mientras ellos no paren, Ecoosfera seguirá compartiéndote estas delicias sonoras. Disfruta el álbum completo: