El libro Our Beautiful, Fragile World, de Peter Essick es una serie de fotos del medio ambiente que el fotoperiodista tomó cuando trabajaba para National Geographic. Las imágenes abarcan todo: desde ciudades contaminadas como Los Ángeles hasta los lugares del planeta que más han sufrido las consecuencias del cambio climático como el Ártico, así como lugares que solían estar habitados pero que la naturaleza ha reclamado nuevamente.
El fotógrafo confiesa que la razón por la que se embarcó en esta misión para capturar al mundo era exponer la velocidad del cambio en algunos lugares, “Nuestro mundo natural está constantemente cambiando. Estos paisajes se destacan por la velocidad y el grado del cambio. Después de ver las imágenes, es imposible no preguntarse: ¿cómo podemos mejorar?” Algunas de las consecuencias de los cambios, apunta Erick, se pueden ver en el Círculo Polar Antártico, donde los cambios climáticos han causado los mayores cambios, causando más tormentas de nieve. Los pingüinos ya no pueden anidar ahí y se están marchando.
Las fotos nos llevan de la mano por “paisajes alterados, desde los más prístinos hasta aquellos que han sido completamente transformados”.
Con cierta frecuencia olvidamos que nuestra cómoda pero insustentable forma de vida afecta más a aquellos que no tienen las herramientas para adaptarse al cambio y a la destrucción de las regiones más ricas del planeta.