Mientras el tiempo pasa, el ser humano se convierte en un tatuador inconsciente. Pero, en lugar de hacer arte con la Tierra y sus recursos, todo se transforma en un paraíso desolado y tóxico. Además, las palabras en ocasiones son insuficientes para visibilizar el daño y por eso quisimos retomar una galería del daño, un paseo por las cicatrices hechas por el ser humano en la Tierra.
“Cuando excavamos para extraer un metal precioso, un combustible carbonífero o un mineral antiguo, extraemos un capítulo de otra época”, apunta la escritora Astra Taylor. Con frecuencia se nos olvida que la Tierra es evolución, desarrollo y un conjunto de miles de elementos.

Sergey Zamkadniy
La historia del planeta es el crecimiento de desiertos, bosques tropicales, sabanas, gélidos polos y miles de millones de capas de tierra y organismos. Todos ellos tomando forma durante miles de millones de años hasta que el ser humano los descubrió.
Debajo de nuestros pies encontramos un planeta llena de riquezas. Navegamos hasta lo profundo para descubrir y extraer mucho más de lo que alguna vez creímos necesario. Sin embargo, no contemplamos las consecuencias de una actividad tan tóxica, ya que se pensó que los efectos serían lejanos… muy lejanos.
Incluso, después de mostrarte el daño es posible que no lo comprendas al 100%. De pronto, descubrimos que necesitamos estar presentes en la tragedia para reconocerla y hacer algo al respecto. Mientras eso sucede (y no porque nosotros lo deseemos), observa todo lo que tienes a tu alrededor y considera que cada cosa proviene de un recurso valioso del planeta, el cual ha dejado una cicatriz.
Las cicatrices del ser humano en la Tierra

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