La extinción de los dinosaurios ha sido un enigma de la historia natural de nuestro planeta. Hasta ahora la hipótesis más aceptada responsabiliza a la caída de un meteorito cerca de la península de Yucatán hace 66 millones de años, y el consecuente cambio climático que desató, como la principal causa de su desaparición.
Ahora, científicos de la Universidad de Harvard sugieren la posibilidad de que la materia oscura esté implicada en dicha extinción.
De acuerdo con los astrónomos Lisa Randall y Matthew Reece, como parte de los periodos naturales de la Vía Láctea, el Sistema Solar pasa cada 35 millones de años por un disco de materia oscura que produce nuestra galaxia. En este modelo, dichas formaciones son capaces de alterar la fuerza de gravedad a su alrededor, desatando en este caso cometas que se desprenden de la nube Oort (de donde también provino el cometa ISON).
Para sustentar esta teoría, los investigadores estudiaron cráteres de 20 kilómetros de diámetro o más, la mayoría de ellos con una antigüedad de hasta 250 millones de años. Según este análisis y en comparación con dichos ciclos de 35 millones, encontraron picos en la frecuencia con que cometas impactaron en la Tierra y el momento en que el Sistema Solar se encontraba cerca del disco de materia oscura.
En el caso del cráter Chicxulub, al que se asocia con la extinción de los grandes saurios, la hipótesis todavía necesita probarse con otras coincidencias y circunstancias, en particular si el meteorito que lo provocó surgió de la nube Oort, única condición imprescindible para relacionar el hecho con los efectos del disco de materia oscura.