Sudán era el último macho de rinoceronte blanco del norte, pero la edad avanzada lo hizo perecer en 2018. Tras varios años, su cuerpo disecado ha llegado a Kenia con la esperanza de salvar la especie que ha sido declarada funcionalmente extinta.
En 2018 la naturaleza recibió un golpe profundo al morir el único macho de rinoceronte blanco del norte. Sudán tenía 45 años, una edad muy avanzada para su especie y murió de causas naturales, sin embargo, con su partida dejó un vacío muy grande pues significó la declaración de extinción funcional para su especie. Actualmente las únicas sobrevivientes son dos hembras, hija y nieta de Sudán, y las esperanzas de reproducir al rinoceronte blanco del norte son casi nulas.

Sudán nació en el zoológico Dvur Králové ubicado en República Checa, pero en 2009 fue trasladado a la reserva natural de Ol Pejeta en el centro de Kenia. Lugar donde vivió casi por una década en libertad y bajo una fuerte custodia para evitar que los cazadores terminaran con su vida. En 2018 falleció por causas naturales a los 45 años de edad, una infección en sus patas se complicó debido a la edad avanzada y con su muerte se perdió la esperanza de reproducir su especie.
Un año después del fallecimiento de Sudán, los conservacionistas decidieron trasladar su cuerpo de nueva cuenta a República Checa para su disección, trabajo que culminó en 2021. Desde entonces y hasta hace unos días, el rinoceronte permaneció en el Museo Nacional de Praga, pero hace unos días regresó a su lugar de morada en Kenia.
Allí, Sudán será “expuesto en una ubicación central y accesible a todos”, dijo el Servicio de Conservación de la Vida Silvestre de Kenia (KWS), institución encargada de la gestión de las reservas naturales kenianas.
Buscan reproducir al rinoceronte blanco del norte
La historia de los rinocerontes en África es una de las más amargas que existen, poco a poco han ido perdiendo sus hábitats naturales a manos de las actividades antropogénicas, pero además, son constantemente acosados por los cazadores furtivos quienes van en busca de sus cuernos.
Hace siglos la África Salvaje gozaba de una riqueza biodiversa sin igual y los rinocerontes de distintas especies caminaban tranquilamente por sus terrenos. Lamentablemente la caza furtiva y la destrucción del hábitat ha terminado por afectar a la mayoría de las especies de animales que habitan en aquel lugar del globo terráqueo. Actualmente sólo sobreviven dos hembras de rinoceronte blanco del norte, Ninjin y Fatu, quienes son diariamente cuidadas por la guardia nacional para evitar que los cazadores terminen por extinguir la especie por completo.
Aunque las esperanzas de reproducción son casi nulas al no existir un macho, investigadores lograron extraer material genético de Sudán que podría permitir la fecundación in vitro en ambas rinocerontes hembras. Existen grandes desafíos ante el proceso, pues la nula diversidad genética familiar podría complicar las cosas. No obstante, expertos genetistas de Kenia, Alemania y República Checa, han obtenido al menos 24 embriones viables de ambas hembras que podrían ser fecundados con el esperma congelado de Sudán. En ese sentido, el último macho de rinoceronte blanco del norte dejaría su legado al renacer la especie.