El té, infusión de hojas y brotes de la planta Camellia sinensis, ha adquirido popularidad gracias a su sabor fresco y efecto psicoactivo. Gracias a sus propiedades químicas, el té es utilizado como agente antioxidante, antiinflamatorio, neuroprotector, protector contra la osteoporosis, regulador de apetito, reductor de dolor y naúseas, calmante y potencializador cognitivo.
El arbusto llega a medir hasta doce metros de altura, y sus plantas se destacan por marcadas ramificaciones. En el interior de sus hojas, se encuentra la sustancia L-teanina, la cual se relaciona con un sensaciones de relajación; esto se debe a que la teanina incrementa la producción del ácido gammaaminobutírico, afectando los niveles de serotonina y dopamina, las hormonas de la felicidad y relajación.
Existen cuatro tipo de tés: negro, rojo, blanco y verde; los cuales son ricos en minerales, como el sodio, potasio, níquel, hierro, magnesio y calcio. Razón por la cual, el té trae increíbles beneficios al cuerpo y mente:
En consecuencia, el té ha adquirido un papel predominante en la salud tanto física como emocional de aquellas personas quienes lo consumen. En la actualidad, es una bebida accesible y variada: es cuestión de buscar y elegir con base en nuestros propios gustos.