El arte de la jardinería implica el aprendizaje de nuevos hábitos. En distintas ocasiones hemos explorado los beneficios de convivir con las plantas, y la jardinería japonesa ha sido una de nuestras favoritas. Esta práctica es algo a lo que recurren los seres humanos desde hace milenios, y todo gracias a su valor mental, social, cultural y natural.
A nuestros ojos, la jardinería es una de las más exquisitas manifestaciones culturales. Por ejemplo, en Japón, el arte del bonsái nació como una tradición en la cual convergen el arte y la naturaleza. En este sentido, se trata de descubrir los conocimientos necesarios sobre la jardinería japonesa para poder producir hermosas formas en las plantas.
Pero no sólo eso; para el cuidado de un bonsái se requiere que la persona aprenda una serie de valores como disciplina, constancia, compromiso, honor, humildad y paciencia. Por lo tanto, la jardinería japonesa es un arte que toda persona que esté dispuesta a encontrar el bienestar en su vida puede aprender.
Si has decidido que estás lista o listo para explorar y participar en este cuidado de plantas, entonces estás en el lugar indicado. Estas a punto de descubrir nuevas formas de equilibrar la belleza exterior y la interior, y todo con ayuda de las hermosas plantas.
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3 técnicas de jardinería japonesa para casa
Ikebana
Hablamos de mantener las flores con vida, ese es el significado literal de esta técnica. Sin embargo, esta técnica japonesa también se centra en la organización simétrica de las flores y sus ramas en busca de paz y calma mental para aquellos que la practican. Para el ikebana la proporción es importante, la regla de tercios, los espacios negativos, el minimalismo y el sentido de la estructura donde cada composición cumple con un propósito.
Bonsái
Más arriba ya hablamos un poco del arte del bonsái. Esta es por excelencia la técnica de jardinería japonesa en donde tanto la planta como la persona descubren el arte del cultivo. Sin duda es la más compleja de estas tres, pero eso no significa que sea imposible para los principiantes.
Ciertamente, hablamos de una técnica que requiere práctica, constancia y paciencia, además de un buen momento en el que uno esté dispuesto a dedicar el tiempo necesario para comenzar un proceso de transformación. En este punto debes considerar que el bonsái es parte de ti, como si ambos compartieran la misma mente y el mismo cuerpo. En tanto permitas cultivar el éxito y la evolución en ti, tu planta crecerá.
Kokedamas
Posiblemente, esta es la técnica japonesa más accesible. Las kokedamas no necesitan maceta, pues crecen encima de una cubierta de fibra de coco o musgo que las protege del exterior. Al igual que si nosotros estuviéramos creando en nuestro interior y protegiéndolo cuidadosamente del mundo externo, así nace una kokedama.
Esta técnica es ideal para aquellas personas que buscan un punto de partida simple en el cual la horticultura puede ser una forma de revitalizar nuestra conexión con las plantas. Los bambús, helechos y hiedras son excelentes para iniciar este viaje.