Hay algo en las cosas más sencillas, sobre todo en aquellas que emanan de la naturaleza, que nos sumerge en las profundidades de la magia y el azoro. Sí: más allá de elaborados discursos misticoides, parafernalia metafísica o intrincado ocultismo, la magia de lo mundano es quizá la vía más genuina para cultivar el asombro y recordarnos la unidad.
Tal vez por lo anterior es que resulta tan reconfortante, tan honestamente sorprendente, la simple contemplación de este time-lapse que hace desfilar ante nuestros ojos los primeros 25 días de la germinación y crecimiento de una ultraordinaria semilla de frijol. Se trata de un bálsamo visual que apela al sentido originario de la vida y a sus más exquisitas fuerzas: la plenitud, el ritmo y la transformación tiempo-cuerpo-espacio.
Regálate estos 3 minutos de pausa germinal mientras contemplas este video, producido por GPhase y musicalizado con el “Danubio azul” de Johann Strauss; luego, si así lo deseas, puedes continuar con tu vértigo mental. Pero sin importar quién seas, todos nos merecemos poder observar cómo germina una semilla de frijol.