Holbox, isla ubicada a unos 160 km de Cancún, posee 49 por ciento de los anfibios y reptiles de la península yucatana y 79 por ciento de los que habitan en Quintana Roo, se ha encontrado en los últimos 20 años en constante peligro de desaparecer. Pese que esta región fue declarada como zona natural protegida desde 1994, existen 50 proyectos en construcción que amenaza su biodiversidad.Desde el año pasado se dieron a conocer seis proyectos hoteles con vista al mar que provocaron no sólo el desalojo de sus lugareños, también la destrucción masiva de zonas costeras de manglares. Esto motivó que organizaciones –entre ellas CEMDA–, ambientalistas y activistas realizaran acciones para proteger esta zona natural; como por ejemplo, las cadenas humanas que exigían el cuidado de Holbox. Actualmente, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, hay alrededor de 2 000 habitantes; y un promedio de 20 000 turistas en temporada vacacional, los cuales dejan cerca de 360 toneladas de basura al mes. Esto ha impactado inevitablemente a la isla, principalmente desde que es refugio de más de 100 especies de aves –30 migratorias–, cacomixtles, cigüeñas, cocodrilos de río y pantano, halcones peregrinos, flamencos, manatíes, monos araña y aulladores, jaguares, ocelotes, osos hormigueros, tapires, tortugas blanca, laúd, caguama y carey, y zopilote rey. Aunque la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales –Semarnat– aclare que estas especies están bajo protección especial, su hábitat continúa siendo amenazado y por tanto, se en consecuencia en peligro de extinción. De hecho, en palabras de Dinora Caridad Bacelis Alcocer, dueña de Los Arcos, el primer hotel en Holbox desde 1986, ser el tesoro del Caribe ha tenido un alto costo pues “poco queda de cuando nos abrimos al turismo, con cabañas de madera y palma. […] Nos da miedo el desarrollo.” Para ella, el crecimiento será una amenaza. El desarrollo turístico en Holbox tendrá consecuencias graves para el ecosistema: Pensemos, de nuevo, en la cantidad de desechos que podría generar. Según el dirigente de la asociación civil Comunicación y Ambiente, Carlos Álvarez Flores, “En 2008 se recolectaba poco más de una tonelada diaria, y dos en vacaciones. En 2015 eran seis toneladas diarias en temporada baja, y 12 en la alta”. Esta basura se quema cuando la lluvia lo permite. Esto afectará, inevitablemente la llegada de tortugas, tiburón ballena y habitan delfines y distintas especies de aves y peces.
La ínsula está actualmente incluida en el Informe de riesgos del cambio climático de la ONU como zona de muy alto riesgo, por lo que prevenir la construcción de estos proyectos es indispensable. Principalmente desde que Alejandro del Mazo Maza, comisionado de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas –Conanp–, está considerando la construcción de hoteles alrededor de la isla de Holbox, en la zona marina “para no impactar la costa”, como búngalos o palafitos: “Es una propuesta. La estamos consensuando con expertos y otros actores de Quintana Roo para que tenga el menor impacto posible.”
Sin embargo, la organización Yo Defiendo a Holbox, con la presidencia de Carlos Martínez Correa, considera que construir palafitos en el mar en vez de hacerlo sobre la línea costera de Yum Balam dañará los ecosistemas: “Es lo mismo que construir en la costa porque el mar es paso de marea, de tortugas atravesando para llegar a la playa.” Mientras que el Centro Mexicano de Derecho Ambiental advirtió que estos proyectos violan el Programa de Ordenamiento Ecológico Marino y Regional del Golfo y Mar Caribe, pues, además, las autoridades y los ejidatarios –sin contar con la comunidad ni la sociedad civil– se reunieron en una asamblea ilegal que dividió la isla desarrollar proyectos como La Ensenada.
Los hashtags para las redes sociales si estás interesado en sumarte a la exigencia de la protección de la isla son:
( Aquí el twitter de la Conanp para presionar)
#ExigimosProgramaDeManejo
#ProtecciónYumBalam
#YoDefiendoAHolbox
#SalvemosHolbox