Desde hace algunos años se sabe que los osos polares están en peligro desde que la contaminación humana afectó inevitablemente su hábitat. Por ello, científicos han procurado analizar a profundidad su situación: ¿cuál es el factor central que afecta a esta población?, ¿cuáles son las alternativas para solucionar su extinción?, entre otras incógnitas.
Varios estudios señalan que la contaminación del plástico, el cambio climático y los químicos en los pesticidas son tres de los principales problemas que enfrenta la supervivencia de varias especies. Esto se debe a que estos tres elementos afectan, directa e indirectamente, su sistema endocrino y reproductivo. Por tanto, los osos polares se clasificaron como uno de los mamíferos más vulnerables (a un paso de decir “en peligro de extinción”) del planeta.
La Unión para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés) explica que aunque el cambio climático sea uno de los principales focos rojos, existen otros factores que contribuyen a la disminución significativa de los osos polares.
María Jesús Obregón, autora de la investigación, afirma que la salud del oso polar está siendo atacada por todos lados, entre los cuales se encuentra la exposición a contaminantes ambientales que flotan en el agua en forma de micropedazos de plástico. Estos microplásticos, en el proceso de desintegrarse, están compuestos de tejidos sintéticos derivados de productos de belleza o limpieza. Se tratan de tóxicos con altos niveles de tóxicos que alteran el estilo de vida de los osos polares. Las consecuencias son evidentes: inanición, estrés, exposición a tóxicos, enfermedades y problemas derivados al cambio climático.
La investigación está en sus inicios, sin embargo los investigadores esperan obtener herramientas que ayuden a proveer más información para conservar a esta especie indispensable en la cadena alimenticia.