Los perros han demostrado su lealtad al hombre y desempeñan tareas que literalmente salvan vidas humanas. Pero no siempre se trata del héroe canino, a veces sucede al revés, tal como pasó en Manchester cuando un grupo de jóvenes decidió unir fuerzas para salvar a un perro que había caído en un canal y cuya vida pendía de su correa.
La conexión perro-humano todavía posee grandes secretos para la ciencia, pues aunque parezca una cuestión evidente, todavía no comprendemos a profundidad cómo es que hemos logrado generar un vínculo tan poderoso con los canes. Las evidencias señalan que la domesticación del perro pudo haber surgido hace 16 mil años atrás, aunque hay nuevos estudios que han encontrado que en realidad los canes llevan de 27 mil a 40 mil años al lado del nombre.
El caso es que hemos tenido largos años para comprender lo que necesitan y ellos han desarrollado habilidades impresionantes para leernos a la perfección. Son capaces de olfatear las emociones y comprender cuando estamos tristes, e incluso olfatean cuando algo no anda bien en nuestros cuerpos.
Los humanos a la vez, tenemos una conexión con los canes tan grande, que en muchos casos somos capaces de arriesgar la vida para salvar la suya. Eso justamente sucedió en Inglaterra, cuando Batu Akyol daba un paseo junto a su perro al lado del canal Acoats en Manchester. Por razones desconocidas, el perro cayó por el precipicio y estuvo aferrado a la pared con sus patas delanteras y medio cuerpo sumergido en el agua.
Akyol se aferró fuertemente a la correa de Sumak, pero no podía tirar de ella o lastimaría a su amigo perruno. Afortunadamente los transeúntes se percataron del hecho y dos jóvenes audaces que por mera serendipia caminaban de regreso a casa, se acercaron a brindar la ayuda necesaria para sacar a Sumak de aquella peligrosa situación.
Ambos estudiantes de nombre Jack Spencer Furmston y Ben Camphor, decidieron saltar de inmediato del otro lado del muro para analizar la situación. Se percataron de que, Sumak colgaba aferrándose a las piedras, por lo que decidieron que el mejor método para rescatarlo sería que uno de los dos se colgara de cabeza para alcanzar las patas del asustadizo perro. Camphor era el más alto de los dos, por lo que no dudó en ponerse en acción. “No podía defraudar a ese perro y no ayudar, así que bajé mi suéter y entré en acción, bajando primero”.
Con la ayuda de otros transeúntes y por supuesto de Batu Akyol, Camphor logró colgarse de cabeza mientras estos sostenían sus pies. Lograron bajarlo a una distancia necesaria hasta que finalmente alcanzó las patas de Sumask, el perro se aferró con las patas traseras al muro, mientras Camphor lo sostenía por el torso y con la fuerza conjunta del grupo, finalmente lograron subirlo hasta reencontrarlo con su dueño.
Dog rescued Ancoats pic.twitter.com/WxJ9nNmzaZ
— Daibhidh (@Dbelldb1) February 13, 2023
“Soy dueño de un perro”, dice Camphor, “así que no había posibilidad de que lo dejara solo”. El grupo de transeúntes lograron demostrar que el amor que podemos desarrollar por los perros es tan grande que también somos capaces de arriesgar nuestras vidas por ellos.