Pese a los esfuerzos de países como España, Suiza e Inglaterra al crear santuarios de conservación, el burro mexicano continúa en riesgo de extinción. De acuerdo con el sitio web Investigación y Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, la reducción significativa de la población de esta especie se debe a la explotación desmesurada y la negligencia por parte de los grupos de atención y conservación para reproducirla de manera ecosustentable.
En México, la cifra se ha reducido de 15 millones, en 1991, a 500 000 en 2016; y en el mundo, actualmente hay tan sólo 50 millones. Las razones parecen estar relacionadas con la modernización: los burros continúan siendo animales de carga en todo el territorio nacional.
Frente a esto, pocos santuarios y zoológicos alrededor del mundo han tratado de salvaguardarlo; en especial en sitios como España, Suiza e Inglaterra, en donde hay granjas especializadas para su conservación. Desgraciadamente en sitios como Etiopía, Pakistán, China y Egipto continúan usando a este ejemplar como medio de transporte y herramienta de trabajo.