Actualmente la industria de cosméticos de belleza realza la importancia de poseer una piel joven, suave y deslumbrante, por lo que, en la década de los 90, se crearon los microbeads, pequeñas esferas de plástico que suplieron a los exfoliantes de melocotón y cáscaras de nueces. Esta invención logró formar limpiadores faciales que, además, suavizaban la piel a niveles sin precedente.
Sin embargo toda esta innovación plástica se dirigía hacia el drenaje, contaminando así a las plantas de tratamiento de aguas residuales, a los lagos, océanos y otras concentraciones acuíferas. Y en vez de descomponerse, los microbeads se mantenían flotando, fusionándose con las toxinas de los pesticidas y los PBCs. Eventualmente, estos plásticos terminan en los estómagos de las aves y en los peces que comen los humanos…
Estudios han demostrado que las partículas de los microplásticos se encuentran en un área de 1km de agua, generando una polémica en cuestión del cuidado ambiental. No obstante, parece ser que las compañías responsables no están tomando ninguna acción inmediata al respecto… Empresas como L’Oreal, Procter & Gamble, Unilever, Johnson&Johnson y Colgate-Palmolive accedieron a remover estas partículas de plástico en los próximos años… completando la fase hasta finales de 2017.
Para generar un cambio asociado tanto con la salud física de uno como con el cuidado del medio ambiente es importante, entonces, considerar esta información, para elegir productos que estén comprometidos con el bienestar del planeta y del consumidor.