Gracias a sus distintas aplicaciones, el bambú es quizá la planta predilecta en la construcción sustentable. Por su rigidez y maleabilidad, resulta una excelente opción para reemplazar a algunos productos contaminantes, pero, ¿qué tan adecuada es su uso en jardines y espacios domésticos? ¿Es realmente una buena opción? En Ecoosfera te decimos 5 buenas razones por las que deberías considerar o restringir su uso:
Muchas personas forman vallas a fin de proteger su privacidad, pero Ted Jordan Meredith, autor de “El bambú para los jardines”, señala que algunas especies de esta planta llegan a crecer más de tres metros por día, por lo que es muy probable que en algún momento terminen por invadir el jardín de tu vecino.
Algunas especies incluso se clasifican como maleza nociva, es decir, un vecino, por la vía legal, podría obligarte a retirar todo el bambú que lo esté invadiendo.
El bambú que se propaga y escapa de tu jardín puede causar problemas ecológicos por desplazar a las especies originarias del lugar en el que se plante.
La mejor manera de contener su rápido crecimiento es mediante diversos métodos que resultan muy costosos y que a la larga no servirán de mucho, y que no inhiben su crecimiento, sino que sólo lo controlan mediante la poda.
Resulta muy difícil exterminar, literal, de raíz al bambú. La rápida propagación subterránea hace que tiempo después rebrote la planta. No importa lo mucho que excaves, los brotes regresan.
Una sola aplicación no basta, es necesario poner continuamente a las plantas que se pretenden eliminar. Se recomienda el uso de Quick Kill Hierba y otros herbicidas con glifosfato. Este agente de amplio espectro no resulta contaminante y no es nocivo para la salud .
Para saber cuál te conviene y cuál no, se necesita saber cómo agruparlo de acuerdo a su especie, y esto requiere tiempo que quizá no tengas.
El bambú puede parecer una opción bastante atractiva pero, a largo plazo, sólo te traerá problemas si decides plantarlo en tu jardín.
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