El anuncio de la construcción del millonario Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México ha despertado un descontento notable, sobre todo en la sociedad científica-ambientalista y la sociedad civil ecologista. Curiosamente, la Manifestación de Impacto Amiental, el estudio más importante en México que los desarrolladores deben presentar sobre los efectos ambientales de sus proyectos, fue aprobado velozmente por la Semarnat.
Agrupaciones como la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad han estado documentando los motivos por los que este proyecto no debió ser aceptado. Recientemente la periodista Elva Mendoza de la revista Contralínea ha hecho también una recapitulación importante de los argumentos que develan cómo sería devastado el Lago de Texcoco de construirse el aeropuerto: