A partir del 1 de enero de 2020, todos los habitantes de la CDMX estarán alejados del plástico al ir de compras. El año nuevo llegó con la entrada en vigor de la nueva ley que prohíbe las bolsas de plástico, y esto podría significar que estamos listos para repensar nuestro consumo para transitar a lo sostenible.
Esta reforma aplicada a los artículos 3, 6 y 25 de la Ley de Residuos Sólidos califica a las bolsas de plástico y otros productos como artículos que no cumplen con otra acción en su vida útil. Por lo tanto, se convierten en elementos que afectan directamente varios ámbitos de la vida social, como la contaminación o el procesamiento de basura.
La Secretaría del Medio Ambiente asegura que en la CDMX se desechan alrededor de 1,350 millones de bolsas de plástico al año. Asimismo, cada día se genera un total de 123 toneladas de plástico, de las cuales sólo 68 se reutilizan o reciclan.
La nueva ley de residuos sólidos contempla:
Prohibición de la comercialización, distribución y entrega de bolsas de plástico al consumidor en tiendas o supermercados a partir de 2020.
Se incentiva a producir bolsas de materiales compostables o biodegradables que se destruyan al menos un 90% en un período de 6 meses.
Habrá multas de hasta 168,000 pesos para empresas que vendan o entreguen bolsas de plástico de un solo uso.
Los clientes que pidan bolsas no serán sancionados.
Los productos como platos, cubiertos, popotes y otros utensilios estarán prohibidos a partir de enero de 2021.
Queda prohibida la comercialización, distribución y entrega de cápsulas de café de bajo aprovechamiento, productos con microplásticos añadidos y popotes para asistencia médica. Esto será aplicable a partir de 2021.
Estas medidas implementadas por la nueva ley de residuos sólidos tendrán un impacto directo en el uso de plásticos. Sólo a partir de estas acciones es como se puede generalizar un cambio y responsabilizarnos por nuestro rol en el cuidado del medioambiente.
El panorama del plástico en la CDMX
La lucha contra los plásticos continúa avanzando y un verdadero cambio radical podría generarse a partir de estas legislaciones. Algunas empresas dedicadas a la producción de plásticos aseguran que estas prohibiciones no resolverán la crisis de contaminación plástica.
Sin embargo, nosotros consideramos que paso a paso podemos ir reduciendo nuestra marca plástica en el planeta. Si estos plásticos de un solo uso se van eliminando poco a poco y obligamos a nuestra sociedad a repensar una producción sustentable y más amigable, podemos llegar a cumplir nuestros objetivos pronto.
Incluso, vayamos más allá de evitar las bolsas de plástico y consideremos un cambio más profundo. Tomemos la iniciativa y seamos agentes de cambio: transforma tu rutina y da un paso hacia un nuevo panorama de consumo.