Sumergirse en un buen baño de agua caliente para liberar el estrés parece no ser una actividad que sólo los humanos disfrutan, pues en el lejano Japón los monos de nieve caminan por largos senderos en las montañas escarpadas cubiertas de nieve para llegar hasta las aguas termales, allí se zambullen para disfrutar del calor y dan rienda suelta a la relajación. Las imágenes captadas por el fotógrafo Ben Torode nos muestran la vida de los primates cuando deciden darse un baño de aguas termales y son simplemente adorables.
Torode es un fotógrafo de la fauna tanto silvestre como de sus pequeños compañeros animales, pero uno de sus sitios favoritos para visitar es el parque de monos Jigokudani en Nagano. La razón es simple, ahí puede apreciarse a los monos de nieve japoneses en situaciones tan asombrosas que dejan embelesado a todo amante de los animales.
Los monos de nieve japoneses habitan en áreas nevadas durante la mayor parte del año, al norte de Japón donde las temperaturas son tan heladas que pocos primates se aventuran a establecerse en la región. Por esta razón, los monos de nieve son tan especiales, pues con su pelaje café grisáceo y sus tiernas caras rojizas, soportan los fríos como ningún otro primate en el mundo y de paso, son los únicos que juguetean en aguas termales para liberar su estrés.
Baños calientes para liberar estrés
Los adorables mamíferos hacen su aparición luego de descender por largas pendientes en las montañas completamente cubiertas de nieve y corren hacia las aguas termales que se encuentran a 40ºC para refugiarse en el calor. Pero no sólo eso, las investigaciones han encontrado que además de calentarse con las aguas, es su forma peculiar de liberar estrés.
Se les puede ver nadando, jugueteando y acicalándose entre unos y otros. Esta última actividad es la favorita de Torode para fotografiar, pues se aprecia la socialización entre ellos y nos demuestra lo hábiles que son con sus delicadas manos, llegando a estados profundos de concentración con tal de hacer un impecable trabajo de limpieza entre los suyos.
“Mientras fotografía a estos monos, se supone que no debe mirarlos demasiado tiempo a simple vista porque lo toman como una señal de agresión, pero no les importan los lentes. Los jóvenes, sin embargo, son mucho más curiosos sobre todo, incluidos los humanos”, comenta Torode sobre su experiencia fotografiando a los monos de nieve durante sus baños de spa.
Pero las imágenes hablan mucho más que las palabras, así que relájese y déjese deleitar por estos hermosos pequeñines disfrutando de un baño caliente.