Entre las 365 especies de tortugas en el mundo, existe una que se creía que ya estaba extinta y un nuevo descubrimiento levanta la esperanza de conservar su estancia en el planeta. Se trata de la tortuga más rara del mundo, una tortuga de caparazón blando swinhoei que fue avistada en Vietnam.
La tortuga más rara del mundo
Las tortugas que llevan el nombre científico Rafetus swinhoei, son consideradas una de las especies más raras del mundo. Si bien su aspecto es parecido al de cualquier otro quelonio, llegan a pesar hasta 130 kilogramos y medir un metro de largo, por lo que se le considera como la tortuga de agua dulce más grande de todas. Tienen un caparazón blando y se destaca por la forma de su cabeza que es distinta a la de otros quelonios, pues tiene una forma profunda y un hocico parecido al de un cerdo. Aunado a todo lo anterior, su piel moteada le da un aspecto más atrayente todavía, ganándose el título de la tortuga más rara de todas.
El único ejemplar vivo que se conocía de esta especie es un macho que vive en el zoológico de Suzhou en China, por lo que se le había declarado funcionalmente extinta. Sin embargo, un hallazgo en el lago Dong Mo, que se encuentra en el distrito de Hanoi en Vietnam, ha cambiado el estatuto de extinción. Biólogos avistaron una hembra de 86 kilos con la apariencia de tortuga Swinhoei, que tras el análisis de ADN confirmaron que se trataba de una hembra de la especie Rafetus Swinhoei, el único ejemplar en estado silvestre del que se tiene registro.
El hallazgo de la hembra perteneciente a la especie más rara del mundo de tortugas, ha levantado la esperanza de conservación. Se espera que, junto con el único macho sobreviviente, logren reproducir descendencia y con esto salvar a la especie de la desaparición.
En peligro crítico de extinción
La tortuga gigante de caparazón blando ha sido orillada al peligro crítico de extinción por las prácticas de caza furtiva en Oriente. Su carne y huevos son considerados un manjar en las tradiciones culinarias vietnamitas, por lo que la alta demanda se traduce en pesca ilícita que las ha llevado casi al borde de la desaparición.
A esto se suma otro factor que aqueja a todas las especies en peligro; la destrucción de su hábitat. La desaparición de los ríos en aquella región de Oriente ha desencadenado un decrecimiento exponencial en la población de tortugas de río de diversas especies, siendo Rafetus Swinhoei una de las más afectadas.
La protección legal del ecosistema es imperante para recuperar la salud de las poblaciones, por ello desde que el único ejemplar silvestre de la especie fue descubierto, el gobierno vietnamita declaró la protección legal para la especie, incluido su hábitat natural.
De todas las especies de animales, las tortugas han sido las más afectadas con el cambio climático y el ingreso de basura plástica a su ecosistema. Se tiene registro que de las 365 especies de tortugas, el 61% están en peligro de extinción o bien, ya han desaparecido de la Tierra. Cifras alarmantes que indican que nos encaminamos a un mundo sin tortugas.