El mítico cóndor californiano es una de las aves más grandes que existen en el mundo, con una envergadura que alcanza los tres metros, se posiciona como una de las criaturas más imponentes capaz de desplegar su vuelo por los aires. Lamentablemente estuvo a punto de desaparecer de la faz de la tierra, alcanzando mínimos históricos en la década de los 80. Para evitar que la mítica ave terminara relegada a la extinción, se han invertido grandes esfuerzos de conservación y finalmente, tras 130 años de no volar sobre los árboles más altos del mundo, el cóndor californiano ha regresado a su hábitat natural.
El cóndor californiano se carácteriza por su gran tamaño, pues tiene una envergadura que supera en gran medida al del águila real y el águila arpía, que es el ave más grande del mundo. Es una especie endémica de América del Norte y habita principalmente en el norte Arizona, el sur de California y Utah.
Pese a que son una de las aves más imponentes, sufrieron de caza furtiva en el siglo XIX, aunque hoy en día es ilegal cazar a un ejemplar de cóndor, pues se encuentran en peligro de extinción. Otro de los factores que ha afectado grandemente a estas aves ha sido la destrucción de su hábitat natural, es por esto que llevan luchando contra la extinción más de un siglo.
Pero fue en la década de los 80 cuando todos los factores golpearon de lleno en la salud de los cóndores. Durante esta década, su población llegó a niveles históricos, se cree que sus números disminuyeron dramáticamente hasta alcanzar un total de 22 aves en todo Estados Unidos. Es por esto que se emprendieron programas de conservación con gran urgencia ante la amenaza grave de que la imponente ave terminara extinguiéndose.
La esperanza vuela de nuevo
En esa misma década, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos inició los primeros programas de cría en cautiverio, con miras a reintroducir la especie en un futuro a su hábitat natural. Los zoológicos de Los Ángeles y San Diego colaboraron con las comunidades originarias de la región, para lograr conservar al cóndor californiano. Pues como en todo el mundo, los pueblos tradicionales son los que más conciencia tienen al momento de cuidar el medio ambiente, además de que han acumulado gran sabiduría sobre sus tierras y sus ecosistemas.
Primero se puso en marcha un programa de reproducción en cautiverio que ha continuado hasta la fecha. Pero la reintroducción al hábitat no resultó tan sencilla, ya que luego de pasar toda una vida en cautiverio, los cóndores tuvieron que aprender a valerse por sí mismo en estado silvestre. Un desafío muy grande, pues la imponente especie se caracteriza por encontrar la sabiduría de la supervivencia de los más viejos. Los ejemplares más jóvenes aprenden las formas para sobrevivir directamente de los cóndores con mayor edad, quienes los adoptan como mentores.
Poco a poco se les fue reintroduciendo hasta que finalmente, tras 130 años de no volar libremente por su hábitat natural, los cóndores han completado el proceso de adaptación. La cifra es esperanzadora, han alcanzado un total de 300 ejemplares que ahora pueden extender sus alas sobre las secuoyas, los árboles más grandes del mundo.