Al sureste de Venezuela se erige uno de los tesoros más asombrosos y a la par, extraños con los que cuenta nuestro planeta. El Monte Roraima es la formación geográfica más misterioso de toda la Tierra, pues esconde muchos secretos que todavía no han logrado ser desvelados debido a que llegar hasta él es una misión de vida o muerte. Los geólogos creen que, por su peculiar forma, este monte es la formación más antigua nacida en nuestro planeta y que, por lo tanto, podría esconder claves de gran importancia para comprender el origen de la vida y su evolución.
Una montaña sin pico
Al escuchar la palabra ‘monte’, la mayoría de las veces, sino es que todas, pensamos en una formación geológica con una estructura puntiaguda. Una montaña que posee una terminación en las alturas en forma de pico y que se va ensanchando conforme más se acerca al nivel del suelo. Sin embargo, aquí es justamente donde radica la diferencia del Monte Roraima, pues de figura puntiaguda no tiene nada.
El extraño monte al que también han llamado Tepuy Roraima, se localiza al sureste del Parque Nacional Canaima de Venezuela y forma parte de la cadena montañosa del Pakaraima. Es una montaña con una morfología muy inusual que parece más bien haber sido labrada y cortada con el paso de los eones. Ahí donde debería erigirse una estructura puntiaguda, se encuentra una cima plana con una extensión de más 30 kilómetros cuadrados.
Es por esta razón que ha intrigado durante siglos a historiadores, geólogos y biólogos que no se explican cómo se formó el Monte Roraima, pues no se ha encontrado ningún otro semejante en todo el mundo. Su superficie más alta es tan extraña que más que la cima de un monte, podría considerarse una isla o un oasis en las alturas. Desde este oasis caen cascadas, acantilados y otras formaciones geográficas tan inusuales como su monte anfitrión
El laboratorio biológico más antiguo
El considerarse como un oasis en las alturas, sólo puede significar una cosa; que se trata de un laboratorio biológico donde habitan especies endémicas que no pueden ser vistas en ningún otra parte del globo terráqueo. De hecho, los biólogos creen que las especies endémicas cuentan con un hogar tan distinto de todo el planeta, que ni siquiera se tiene registro de ellas, pues hay espacios en este oasis en las alturas que todavía no han sido explorados.
Si a esto se le agrega que los geólogos creen que puede tratarse de la formación rocosa más antigua del planeta, los secretos que en ella se esconden elevan todavía más su intriga. Pero la dificultad más grande para desvelar sus secretos es que no hay un camino directo, únicamente se puede llegar hasta él a través de otras formaciones montañosas. Por esta razón, la investigación in situ se ha complicado en gran medida y grandes extensiones siguen sin ser exploradas.
Otra de las vías para poder llegar hasta este misterioso lugar es vía helicóptero, sin embargo, el peligro es tal que se requiere de un permiso especial de las autoridades locales, pues en el camino muchos han perdido la vida.
Hasta que no exista una forma segura de explorar las regiones más recónditas del Monte Roraima, no podremos averiguar las criaturas y especies vegetales que ahí habitan, y que podrían darnos una pista para comprender la evolución de la vida en la Tierra. Mientras tanto, sólo podemos admirar la extraña formación geológica desde la visión de aquellos exploradores que se atreven a desafiar sus peligros.