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Esta empresa japonesa ha sido reconocida por su funcionalidad en el mundo automovilístico, sin embargo, en un rodaje de prensa, confesó haber manipulado los controles de las emisiones contaminantes de al menos 625 000 vehículos vendidos en Japón.
En otras palabras, Mitsubishi manipuló el proceso de prueba del consumo de combustible de cuatro modelos –algunos de ellos comercializados por Nissan–, de tal manera que los datos de eficiencia energética resultaran mejores que los reales. Tetsuro Aikawa, presidente de la compañía, explicó que se falsearon las pruebas mediante la modificación de la presión del aire aplicada a los neumáticos, repercutiendo en los datos sobre el consumo de combustible proporcionados por la empresa a las autoridades niponas.
La manipulación tuvo lugar desde 2013, afectando a 157 000 unidades de los modelos ek Wagon y ek Space, y 468 000 unidades del Dayz y Dayz Roox. Estos últimos fueron producidos de forma conjunta por la compañía y comercializados por Nissan Motor.
Aikawa asegura que se encontraron los datos erróneos tras llevar a cabo una investigación interna, cuyos resultados fueron trasladados a autoridades niponas: “Seguiremos investigando qué ha pasado y quiénes son los responsables”. También agregó que la compañía ha encargado la formación de una comisión de investigación independiente.
Como consecuencia, Aikawa decidió detener la producción y comercialización de todos los modelos afectados, ofreciendo sinceras disculpas a los consumidores, a quienes se les ofreció compensaciones. Además, la compañía japonesa se desplomó más de un 15 por ciento en la Bolsa de Tokio tras anunciar las irregularidades en sus controles de emisiones contaminantes.
El adquirir un automóvil con una alta calificación en gases de efecto invernadero, no sólo permitirá generar considerables ahorros en su gasto de gasolina, también disminuir los daños de las emisiones vehiculares a la calidad de aire y, por tanto, con un menor efecto negativo sobre la salud. Es decir que si las emisiones de gases invernadero producen óxido de nitrógeno –NOx– y los compuestos orgánicos volátiles –COVs–, los cuales contribuyen a la formación de ozono –O3– en la atmósfera baja, y esta molécula inorgánica, a su vez, ocasiona inflamación pulmonar, depresión del sistema inmunológico frente a infecciones pulmonares, cambios agudos en la función, estructura y metabolismo pulmonar y efectos sistémico en órganos como el hígado.
[ABC]