Cuando vivimos en las ciudades pareciéramos más preocupados por el éxito y por el consumismo que por los momentos significativos de felicidad. Esos momentos, además, si son compartidos, te darán muy buenas herramientas de profundidad en tu vida; como una reserva de sentido cuando sientas que todo oscurece..
Uno de los momentos lindos que podrías compartir es observando la naturaleza, incluso aunque estés en una ciudad. Trata de encontrarla y contemplarla; acostado con tus hijos o esposo, novio o amigos debajo de un árbol escuchando los pájaros que llegan de pronto (uno que otro siempre lo hará).
Si en tu propia casa algún animal llega a hacerse su hogar podrías también observarlo y aprender, tener una experiencia estética enriquecedora, y de paso una lección arquitectónica de sublime técnica.
En Facebook han estado circulando fotografías de un usuario que fue documentando cómo en su ventana unos pájaros fueron construyendo su nido. Con una precisión y belleza sorprendente se nos otorga una serie de delicia de construcción orgánica.