De manera recurrente, la naturaleza se encarga de recordarnos su magnificencia. Ya sea a través de ritmos impecables, composiciones perfectas o correspondencias infinitas, ella siempre sabe llevar a cabo su labor de forma insuperable. Esta fotografía es precisamente una más de esas conmemoraciones. La imagen nos muestra un volcán al atardecer, mientras es acariciado con sublime precisión por un arcoíris.
La fotografía fue capturada por Victor Montol (a quien aprovechamos para agradecer el compartir este espectáculo), y publicada en el TreeHugger Photo Pool, un grupo en Flickr organizado por este blog, uno de los mejores sitios de ecología en la red. Por cierto, vale la pena destacar que dista de ser una casualidad que la imagen haya sido captada en Islandia, sin duda uno de los países más exóticos y estéticos del planeta.