A diferencia de los fármacos, los suplementos no actúan inhibiendo funciones del organismo, sino restableciéndolas y fortaleciendo los órganos. Pero, a pesar de que existe ya gran cantidad de respaldo científico acerca de su eficacia, su uso continua estando prácticamente restringido a las medicinas alternativas. En mi opinión, debemos recurrir siempre a los suplementos antes que a los fármacos.
Son numerosos los suplementos alimenticios útiles para combatir la osteoporosis, amén de los más conocidos y recomendados, como el calcio y la vitamina D, hay que mencionar varios más, como: el ácido fólico, la vitamina B6 y la B12, el Boro, el magnesio, la vitamina K, el Silicio natural, la Lisina, la vitamina C, la vitamina E, el manganeso, el cobre, el zinc, el fósforo, el omega 3, etc. Muy posiblemente, su ginecólogo jamás se los ha mencionado. Por desgracia, aunque la evidencia científica que apoya el uso de estos nutrientes está a la vista, la mayoría de los médicos continúa recetando básicamente calcio y estrógenos, más algunos fármacos, para tratar la osteopenia y la osteoporosis.
Llama la atención, a cualquiera que revisa la literatura especializada sobre el tema, la rápida evolución de los conocimientos sobre el papel fundamental , insospechado hasta hace poco, de numerosos nutrientes en la salud de nuestros huesos. La consecuencia que inmediatamente se deriva de tal observación es la importancia de llevar una dieta saludable, rica en frutas, verduras y cereales integrales, que son la base nutricional para el aporte de vitaminas y minerales y otros elementos , que tal vez en futuro próximo, podrán ser catalogados como fundamentales para nuestros huesos. Lo que la naturaleza actúa, la ciencia apenas comienza a comprenderlo. Ante todo, es necesario, pues retomar una forma de vida acorde con nuestra propia naturaleza.
Insisto en este punto, para subrayar el hecho de que si bien el consumo de suplementos puede optimizar nuestra salud, no puede de ninguna manera sustituir una dieta saludable.
A continuación ofrezco la información básica sobre las vitaminas más comúnmente recomendadas para combatir y/o prevenir la osteoporosis.
LAS VITAMINAS PARA LA SALUD ÓSEA.
LA VITAMINA D
Puede ser considerada más como una hormona que como vitamina. Esto es debido a que nuestro cuerpo la puede obtener de los alimentos pero también la puede producir con ayuda de los rayos solares (las vitaminas son por definición sustancias que el cuerpo no puede producir y debe obtener de los alimentos).
Solo hasta 1920 se identificó esta vitamina.
La vitamina D es de vital importancia para facilitar la absorción intestinal del calcio y del fósforo, nutrientes esenciales para la salud de huesos y dientes.
Para que la vitamina D lleve a cabo su acción debe ser activada. Esto es así tanto si la vitamina D es obtenida de los alimentos, como también si es sintetizada por la piel. Dicha activación ocurre en dos pasos: primero en el hígado, en donde sufre un cambio químico y después en los riñones, donde adquiere su forma activa definitiva:
1) COLECALCIFEROL: vitamina D proveniente de los alimentos o sintetizada por la piel:
es transformada por el hígado en:
2) 25 HYDROXYCOLECALCIFEROL (5 veces más potente que la forma anterior).
que a su ves, es transformada por los riñones en:
3) 1.25 dihidroxicolecalciferol por los riñones (10 veces más potente que la forma anterior)
De modo que las disfunciones del hígado y de los riñones pueden alterar estos procesos.
En los pacientes con osteoporosis es frecuente encontrar bajos niveles de la forma activa de la vitamina D, lo cual habla de una disfunción de la activación renal de dicha vitamina.
La investigación moderna ha relacionado esta disfunción con déficit de magnesio y de estrógenos, y más recientemente con deficiencia de boro.
Hay que señalar que la vitamina D, contribuye también a mantener estables los niveles de calcio en la sangre, lo cual regula de tres formas:
FUENTES
Naturales: aceite de hígado de bacalao, peces de aguas frías como el salmón, la macarela y las sardinas, mantequilla, yema de huevo. Los vegetales son pobres en vitamina D, las mejores fuentes vegetales son las hortalizas de color verde.
Alimentos fortificados: en los productos lácteos (leche, yogurt, etc.). encontramos vitamina D adicionada. También la contienen algunos cereales de caja, cuyo consumo es poco recomendable.
Las dietas excesivamente bajas en grasas pueden crear mayor riesgo de déficit de vitamina D, pues este nutriente requiere de la presencia de grasa en los intestinos para ser absorbido.
EXPOSICIÓN A LOS RAYOS SOLARES
La exposición a los rayos solares es la fuente principal de adquisición de la vitamina D para la mayoría de la población. Se requiere exponer por lo menos la cara, los brazos y las manos unos 15 minutos al día a los rayos ultravioleta de la luz solar, varias veces a la semana. Las personas de piel más morena requieren mayor tiempo.
La utilización de filtros solares, con factor de protección solar mayor a 8, bloquean la penetración de los rayos ultravioleta en la piel e impiden la síntesis de la vitamina D. Exponerse al sol a través de un cristal tampoco es útil pues el cristal bloquea los rayos ultravioleta.
DEFICIENCIA DE VITAMINA D
El déficit de vitamina D genera raquitismo en los niños y osteomalacia en los adultos.
El raquitismo se caracteriza por retraso del crecimiento infantil, y alteraciones del esqueleto y los dientes. La osteomalacia consiste en un reblandecimiento de los huesos por falta de calcio.
Durante la vejez disminuye la capacidad de la piel para sintetizar vitamina D.
Las personas que deben evitar la exposición a la luz solar por problemas de la piel, o que presentan padecimientos hepáticos, renales o de la tiroides, pueden presentar déficit de vitamina D.
FÁRMACOS Y VITAMINA D
Otros factores que pueden producir déficit de vitamina D son algunos fármacos:
Los esteroides (cortisona, hidrocortisona, prednisona, y dexametasona), alteran el metabolismo de dicha vitamina y pueden contribuir al desarrollo de la osteoporosis. Su uso a largo plazo debe acompañarse del consumo de suplementos de vitamina D.
DOSIS RECOMENDADAS DE VITAMINA D
EFECTOS SECUNDARIOS
La vitamina D es la que posee mayor potencial de toxicidad entre todas las vitaminas.
Dosis mayores a 1000 UI al día no se recomiendan. La capacidad de almacenamiento del hígado es muy limitada, y cuando se rebasa, genera hepatotoxicidad y síntomas como: nauseas, vómitos, pérdida del apetito, estreñimiento, dolor de cabeza, sed excesiva e irritabilidad, que retroceden al interrumpir la ingesta.
Un exceso de vitamina D, puede elevar la concentración del calcio en la sangre y hacer que se fije en los órganos internos como los riñones (piedras), o las paredes de los vasos sanguíneos endureciéndolas.
Diversos investigadores han correlacionado el sobre consumo de vitamina D proveniente de los alimentos fortificados, con la epidemia de ateroesclerosis y de enfermedad cardiaca, generado no solo por los depósitos de calcio sino también por baja absorción de magnesio.
¿TOMAR MUCHO SOL PUEDE GENERAR TOXEMIA POR EXCESO DE VITAMINA D?
No. Cuando nos exponemos mucho al sol, el cuerpo almacena vitamina D y una vez satisfecha la necesidad de almacenamiento de la vitamina se detiene su producción en la piel. Asimismo es difícil alcanzar dosis toxicas de la vitamina a través del consumo de alimentos, salvo que se consuman muy altas cantidades de aceite de hígado de bacalao.
EL ÁCIDO FÓLICO (VITAMINA B9), LA PIRIDOXINA (VITAMINA B6) Y LA COBALAMINA (VITAMINA B12)
Estas tres vitaminas actúan en conjunto como reguladoras del metabolismo de un aminoácido llamado metionina. Cuando existe déficit de dichas vitaminas, o de alguna de ellas, algo común en las personas de edad avanzada, se pueden incrementar los niveles de homocisteína en el organismo (la homocisteína es un producto intermedio en el proceso de transformación de la metionina en cisteína, otro aminoácido).
Los niveles elevados de homocisteína en la sangre se han asociado con un incremento notorio del riesgo de infartos, de mala circulación y también de osteoporosis.
Durante la postmenopausia es frecuente que las mujeres presenten niveles elevados de homocisteína en su sangre. Se ha propuesto que la homocisteína promueve la osteoporosis al interferir con la formación de las fibras de colágeno que conforman la matriz del hueso.
Mencionemos otras funciones de estas tres vitaminas en relación con la salud ósea.
La B6 es necesaria para la producción del ácido clorhídrico a nivel estomacal, el cual a su vez es importantísimo para la absorción del calcio. Dicha vitamina también interviene en los procesos de producción de las fibras de colágeno, importantes para la matriz del hueso. Señalemos también que esta vitamina resulta esencial para el buen funcionamiento de las glándulas adrenales, que producen numerosas hormonas (30 o más), una de cuyas funciones consiste en mantener el equilibrio de los minerales en nuestro organismo.
La deficiencia de B6 es más común entre quienes sufren de fracturas de cadera, en comparación con quienes no se ven afectados por dicha afección. Estudios con animales han demostrado que la deficiencia de B6 conlleva a un déficit y a una mala calidad en la formación de hueso. En ratas, una dieta baja en B6 genera osteoporosis.
Dosis: 50 mg dos o tres veces por día.
Es recomendable combinarla con complejo B y magnesio.
Efectos secundarios: dosis mayores de 2000 mg al día pueden producir neurotoxicidad, y a largo plazo daño neurológico.
FUENTES
Está presente en muchos alimentos. las mejores fuentes de B6 son la levadura de cerveza, las semillas de girasol y el germen de trigo. Pero también la encontramos en el frijol de soya, diversas legumbres y cereales integrales, en frutas, verduras y carnes. Sin embargo las dosis terapéuticas no se alcanzan a través de la dieta.
ÁCIDO FÓLICO (B9)
Esta vitamina resulta esencial para el metabolismo de las proteínas y la división y el crecimiento de las células.
La suplementación con B9 regula los niveles de homocisteína en mujeres postmenopáusicas, aun cuando presenten niveles normales de dicha vitamina.
Hay que recordar que la medicación con estrógenos, casi universalmente recomendada para tratar la osteoporosis, genera déficit de ácido fólico. También otros fármacos como los barbitúricos, y el consumo excesivo de bebidas alcohólicas, interfieren con el metabolismo de dicha vitamina, al igual que el metrotexate y los fármacos anticonvulsivos.
El déficit de B9 es de las deficiencias vitamínicas más frecuentes en el mundo.
FUENTES: está presente en una amplia gama de alimentos de origen vegetal, especialmente en hojas de color verde como espinacas, acelgas, hojas de betabel, etc. De echo, su nombre, ácido fólico, deriva del latín “folium” que quiere decir follaje. La cocción lo destruye casi totalmente.
DOSIS: 400 mg por día.
EFECTOS SECUNDARIOS: el ácido fólico es bien tolerado.
Se recomienda consumirlo acompañado de B12, para evitar que el consumo de ácido fólico oculte una deficiencia de B12.
LA COBALAMINA (B12)
Esta vitamina también forma parte del complejo B y resulta esencial para la salud de los huesos.
La B12, junto con el ácido fólico (B9) interviene en los procesos de producción del ADN. Si existe déficit de B12 las células encargadas de producir huesos (osteoblastos) no pueden realizar bien dicha labor.
Las personas con problemas gastrointestinales crónicos, aquellas que fuman o que no consumen ningún alimento de origen animal ( régimen vegano), pueden presentar deficiencia de B12. Sin embargo, como el hígado almacena cantidades importantes de esta vitamina, y nuestros requerimientos son mínimos, dicha deficiencia puede tardar hasta 5 años en manifestarse.
FUENTES
Esta vitamina se caracteriza por estar presente en alimentos de origen animal: vísceras, carnes, pescado, huevo, lácteos.
Algunos alimentos como la soya, la spirulina, la levadura de cerveza; contienen B12, pero bajo una forma inactiva que el organismo humano no puede absorber.
DOSIS Y EFECTOS SECUNDARIOS
2000 microgramos al día, durante un mes, y después 1000 mcg. por día.
No se han reportado efectos secundarios.
LA VITAMINA C
Sin duda la más conocida de todas las vitaminas, la vitamina C es fundamental para la síntesis de la colágena, la proteína más abundante del cuerpo, que entre otras funciones, juega un papel crítico en la conformación de diversos tejidos, entre ellos, la estructura interna de los huesos, llamada matriz ósea.
Algunos autores han señalado la asociación entre buen aporte de vitamina C, buen nivel de masa ósea y menor riesgo de fracturas, aunque no hay estudios que corroboren esta asociación.
FUENTES
El consumo regular de frutas y de verduras crudas asegura un aporte cotidiano de vitamina C. Curiosamente, muchos alimentos contienen más vitamina C que los cítricos, como por ejemplo: el chile verde, las guayabas, el perejil, el pimiento morrón verde, el brócoli, y las acelgas, entre otros. La vitamina C se destruye con la cocción.
DOSIS
500 mg. tres veces por día.
EFECTOS SECUNDARIOS
Esta vitamina, por ser soluble en agua, es muy segura. Algunos textos señalan el riesgo de formar cálculos renales de oxalato de calcio al tomar dosis elevadas de esta vitamina, pero no hay estudios que confirmen esta suposición.
LA VITAMINA K
Todos hemos oído hablar de la vitamina K, útil para promover la coagulación de la sangre, pero seguramente no sabía usted, amable lector, que esta vitamina puede ayudarle a prevenir e inclusive tratar, la osteoporosis.
TRES TIPOS DE VITAMINA K
Existen tres diferentes clases de vitamina K:
LA VITAMINA K: AMIGA DE LOS HUESOS
Es relativamente reciente el descubrimiento de la utilidad de la vitamina K para la salud de los huesos: hoy en día se sabe que esta vitamina es indispensable para prevenir la osteoporosis y las fracturas en personas de edad avanzada.
La vitamina K1 es importante para los huesos porque ayuda a que una proteína del hueso, llamada osteocalcina, adopte su forma activa, lo cual le permite adjuntarse al calcio y así promueve que este importante mineral se fije en los huesos. La vitamina K activa también otras proteínas del hueso, y contribuye al crecimiento ordenado y bien estructurado del tejido óseo, lo cual, por supuesto, le confiere a este solidez.
Por otra parte, mencionemos que la vitamina K2 ha demostrado, en estudios de laboratorio, ser capaz de inhibir la destrucción del hueso mejorando la acción del osteoblasto (célula formadora de hueso).
En experimentos con animales, la K2 ha demostrado inhibir la pérdida de hueso en ratas a las cuales se les han extirpado los ovarios.
En el famoso estudio norteamericano, conocido como el estudio de salud de las enfermeras, que incluyó a 72327 mujeres, con edades de 38 a 63 años, abordó diversos aspectos de la salud y monitoreó la dieta y la incidencia de fracturas de cadera a lo largo de 10 años , identificó el consumo de lechuga, entre otros alimentos ricos en vitamina K, como una clave en la protección contra fracturas de cadera. Las mujeres que consumían lechuga (romanita o “iceberg”) una o más veces al día, presentaban un riesgo 45% menor de sufrir fracturas de cadera en comparación con aquellas que sólo la consumían una vez por semana o menos.
Diversos estudios han demostrado que la administración de vitamina K en mujeres postmenopáusicas, disminuye de forma importante (en promedio 30%), la expulsión de calcio a través de la orina y disminuye el riesgo de fracturas. Lo cual indica un aprovechamiento del mineral para los huesos.
Así por ejemplo, en un estudio realizado en Holanda, el 25% de un grupo de mujeres postmenopáusicas sanas, presentaba niveles elevados de excreción urinaria de calcio. además, los chequeos demostraron que su osteocalcina no atraía bien el calcio. Después de tomar 1000 mcg. de vitamina K durante dos semanas, la función de la osteocalcina se normalizó, y la pérdida de calcio por la orina disminuyó un 30% (lo cual sugiere que en esa misma proporción mejoró la fijación de calcio en los huesos).
En estudios con ratones, las fracturas de huesos de estos animales se curan más pronto cuando reciben vitamina K, que cuando no la reciben.
Se sabe que en los seres humanos durante el proceso de curación de las fracturas los niveles de vitamina K circulante en la sangre disminuyen, lo cual indica su utilización en el área de la fractura.
Señalemos también, que diversas vías de investigación recientes, indican que la vitamina K es necesaria para un buen metabolismo del calcio, y que un déficit de dicha vitamina puede no solo incrementar el riesgo de sufrir osteoporosis y fracturas en la edad avanzada, sino también generar depósitos de calcio en diversos órganos (arterias, riñones, vesícula biliar). Pero hace falta más investigación al respecto.
REQUERIMIENTOS Y DEFICIENCIAS
Los requerimientos de vitamina K son muy bajos y su deficiencia es poco común. Esto se debe principalmente a dos razones:
1. Porque nuestra flora intestinal es capaz de sintetizar la vitamina (K2), aproximadamente el 50% de lo que necesitamos es aportado por esta vía. Lo cual habla, digamos de paso, de la importancia del reequilibrio de la flora intestinal, para el cuidado del paciente con osteoporosis.
2. Porque la vitamina K se reactiva en lugar de simplemente destruirse en nuestro organismo.
Los requerimientos diarios se miden en microgramos ( mcg, milésimas de gramo), y son los siguientes:
HOMBRES ADULTOS85MUJERES ADULTAS65ADULTOS1MCG X KG DE PESO.BEBES5MCGNIÑOS ( 1-10 AÑOS)15-30 MCG.JÓVENES (11-25 AÑOS).45-65 MCG.
Por supuesto que las dosis terapéuticas pueden ser mucho más altas , hasta 1000 mcg por día.
FUENTES NUTRICIONALES
Con excepción del hígado, los alimentos más ricos en vitamina K, son los vegetales verdes, como lechuga, espinacas, col de bruselas, brócoli, nabos y el té verde, que aportan 100 mcg. o más por cada 100 gr. de alimento. También las algas marinas son ricas en vitamina K, y los alimentos que contengan clorofila, como el alga spirulina.
LA CLOROFILA Y LA VITAMINA K
La clorofila, en su forma liposoluble es una de las mejores fuentes de vitamina K. La clorofila, es un pigmento verde presente en los vegetales de ese color, que participa en la fotosíntesis, la transformación de la energía electromagnética solar en energía química. La clorofila en su forma natural es liposoluble. Sin embargo la clorofila que usualmente encontramos como bebida en el mercado de suplementos es hidrosoluble y para obtenerla se debe alterar la composición química de la clorofila natural. De suerte que la clorofila hidrosoluble no se absorbe por vía intestinal, y por lo tanto no sirve como suplemento para el aporte de vitamina K.
¿Cómo podemos obtener la clorofila en estado liposoluble? muy fácil: tomando zumos verdes (ver más abajo).
Como ya lo dije más arriba, en cuanto al aporte de vitamina K se refiere, las mejores fuentes son:
– Lechuga romanita (o “iceberg“)
– Brócoli
– Col de Bruselas
– Acelgas
– Espinacas
– Berros
– Espárragos
LA DEFICIENCIA DE VITAMINA K
La deficiencia severa de vitamina K es rara, pues la flora intestinal, según vimos, es capaz de sintetizar dicha vitamina. Pero algunos estudios recientes han señalado que la ingesta alimentaria de vitamina D puede estar por debajo de los niveles hasta hoy considerados como el mínimo necesario. Requerimientos. Pero además, la investigación en torno a la función de esta vitamina en la salud ósea, comienza a demostrar que los valores hasta ahora señalados como requerimiento diario, pueden estar por debajo de las verdaderas necesidades corporales. Así lo señala la nutrióloga Sarah Booth, del Laboratorio de Vitamina K, del Centro de Investigación Sobre Nutrición Humana del Envejecimiento, de la Universidad de Tufts en Boston, quién, entre otras cosas ha estado investigando el aporte de vitamina K a través del consumo de vegetales verdes.
Sin embargo existen algunos casos en los cuales puede presentarse déficit de esta vitamina.
USO DE ANTICOAGULANTES
El uso prolongado de fármacos como la warfarina o la cumarina. puede producir deficiencia de vitamina K, pues inhibe la activación y el reciclamiento de la vitamina. Se sabe que el uso prolongado de warfarina produce osteoporosis.
OTROS FÁRMACOS
Los antibióticos de amplio espectro y los salicilatos ( aspirina), pueden producir déficit de vitamina K. En el caso de los antibióticos esto se debe a su efecto destructor sobre la flora intestinal. Las cefalosporinas, por su parte, inhiben la activación hepática de dicha vitamina y su reciclamiento. El abuso de laxantes también puede generar déficit de vitamina K, así mismo, la quimioterapia y la mayoría de los fármacos contra la epilepsia pueden producir déficit de vitamina K.
ALTERACIONES GÁSTRICAS Y HEPÁTICAS
En síndromes de mala absorción intestinal, (Enfermedad de Crohn, Colitis Ulcerativa, Síndrome de Kuzi, etc.) o en pacientes con padecimientos hepáticos severos, puede presentarse déficit de vitamina K.
VITAMINAS
La ingesta de dosis elevadas de vitamina E (más de 600 UI), y de vitamina A, durante varios meses, puede producir déficit de vitamina K. La vitamina E porque bloquea su acción, la vitamina A porque inhibe su absorción.
Las mujeres con osteoporosis presentan niveles de vitamina K 75% más bajos que mujeres sanas de esa misma edad.
Los síntomas de la deficiencia de vitamina K incluyen sangrado gastrointestinal o nasal, formación de moretones, presencia de sangre en la orina y sangrado menstrual excesivo. la deficiencia puede asociarse a largo plazo con la osteoporosis.
EFECTOS SECUNDARIOS.
La vitamina k1, y la k2, son bien toleradas. en un estudio, por ejemplo, se administraron 90 mg. al día de vitamina K2, durante 24 semanas. Sólo unos pocos efectos secundarios fueron observados: en algunos pacientes se elevaron los valores de los exámenes de perfil hepático, lo cual volvió a la normalidad al retirar los suplementos.
Resulta muy importante señalar que la vitamina K no tienen efectos coagulantes en las personas que no presentan déficit de dicha vitamina.
Por el contrario la vitamina K3 (su forma artificial) puede producir anemia y elevación de la bilirrubina.
DOSIS
Los requerimientos diarios señalan dosis muy bajas, de 150 á 500 mcg. al día. Pero en los diferentes estudios se reportan dosis de 1000 mcg por día. Si se consumen complementos deben asociarse a un incremento del consumo de vegetales de color verde.
Las mujeres embarazadas y los pacientes que toman anticoagulantes deben tomar la vitamina K sólo bajo supervisión médica.
LOS ZUMOS VERDES
En la medicina natural los zumos verdes son considerados como uno de los alimentos más depuradores y terapéuticos. Entendemos por zumos verdes los extractos líquidos obtenidos al pasar por el extractor de jugos plantas de color verde, ricas en clorofila.
Vale la pena señalar algunas indicaciones para su consumo adecuado:
– Aporte de vitamina K1.
– Mejora la producción de glóbulos rojos y de hemoglobina (por la similitud entre la molécula de clorofila y la porción hemo de la hemoglobina)
– Ayuda a controlar el flujo menstrual excesivo.
– Aporta una amplia gama de carotenoides, cuyo consumo regular protege contra los padecimientos cardiovasculares y contra el cáncer.
– Como otros pigmentos vegetales la clorofila tiene también propiedades antioxidantes y anticancerígenas.
– Además, los vegetales verdes son buenas fuentes de otros nutrientes básicos para la salud ósea como vitamina C y magnesio.
En su forma hidrosoluble, la clorofila no proporciona todas estas ventajas, pues no se absorbe a nivel intestinal , actúa pues solo a nivel del tubo digestivo, por el contrario, la clorofila natural (liposoluble) sí se absorbe. Mencionemos además, que en ambas formas (hidro y liposoluble), la clorofila ejerce un efecto desinfectante (se utiliza para combatir mal aliento, mal olor fecal urinario y corporal) y es un agente promotor de la cicatrización (uso externo).
JUGOS VERDES Y OTROS JUGOS PARA LA SALUD ÓSEA.
-Pasar por el extractor 2 zanahorias, 1 rebanada de piña, 10 ramitas de perejil y 10 hojas de lechuga, poner el jugo en la licuadora y licuar con 2 cdas sop. de ajonjolí crudo.
-Pasar por el extractor un brócoli crudo ( es una pieza de brócoli completa) , 2 manzanas, 10 ramas de perejil y 2 zanahorias.
-Pasar por el extractor 2 zanahorias, 2 rebanadas de piña y una manzana, poner el jugo en la licuadora , añadir 6 hojas de espinaca, 2 cdas. Sop. de ajonjolí crudo y licuar. Tomar sin colar.
– Halva: moler ½ taza de ajonjolí crudo, sin agua, en la licuadora o en un molcajete y mezclarlo con media taza de miel. Conservar en el refrigerador la pasta obtenida. Se puede utilizar para endulzar bebidas, para aderezos, o consumirlo directamente a razón de 2 o 3 cdas. Sop. por día.
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