La humanidad ha empujado a los ecosistemas terrestres mucho más allá de sus capacidades para sostener la red de la vida. El consumo de recursos naturales está teniendo un impacto impresionante, no solo en la degradación de la tierra misma –o en la adaptación de las especies a estos terrenos inhóspitos–, también en la calidad de vida de los seres humanos.
Si esto no te suena, quizás te haga falta ver este corto animado, donde se resume visualmente cómo hemos convertido en mercancía a la naturaleza.
Para tener conciencia de que el cuidado del planeta importa, mas allá de una tendencia, hay que mirar la naturaleza como lo que verdaderamente es: parte de nosotros, y nosotros parte de ella. En aras de esta realidad, cada vez más estridente, científicos, diseñadores, empresarios y en suma, grandes visionarios de nuestra época, están haciendo loables cosas para, sino revertir el problema, mitigarlo. Es el caso de aquellos actores que estás contribuyendo a inventar productos de consumo ecológicos, sustentables y en suma a favor del bienestar humano y del planeta.
Estas innovaciones tecnológicas sorprenden cada vez más y nos hacen replantear la realidad insostenible que hemos prolongado hasta hoy, pues si bien cierto, siempre existirán mejores y más saludables maneras para desarrollarnos como civilización.
Algunas obras de ficción ya nos han alertado sobre los riesgos de usar la inteligencia artificial o abusar de los gadgets —basta pensar en la serie Black Mirror o en los libros de Orson Wells—. Pero los inventos no tienen que conducirnos a esas distopías. Así lo demuestran algunos eco-inventos y proyectos diseñados para usar la tecnología a favor de un futuro sostenible y más saludable, donde tecnología, naturaleza y seres humanos no se alejen de un espacio compartido.
Allá afuera hay muchas personas comprometidas a usar la tecnología de manera responsable. La revista Time y el periódico CNN han hecho una selección con los mejores inventos de este 2017. De ambas listas hemos elegido únicamente aquellos considerados “eco inventos”, que benefician al planeta, así como algunos diseñados para promover el bienestar y la calidad de vida:
Tesla Model 3, el primer auto eléctrico accesible
Los autos eléctricos se han presentado como una gran opción para transportarse sin contribuir al cambio climático, sobre todo aquellos impulsados por energía solar. No obstante, acarrean dos grandes problemas: su elevado precio y la limitada carga eléctrica. Este nuevo modelo de Tesla ofrece una carga de batería con la cual se pueden conducir distancias de más de 300 kilómetros sin preocuparse de recargar y, además, es el más barato de todos los coches eléctricos en existencia, con un costo de lanzamiento de 35 mil dólares.
Por eso su demanda ha crecido hasta las 1,800 órdenes por día, lo que nos hace pensar que muy pronto serán los autos eléctricos los que más circulen por las calles.
Granja oceánica de Green Wave, un criadero sustentable
Las granjas de acuicultura con diseños innovadores han sustituido poco a poco a los viejos métodos de pesca, que resultan por demás perjudiciales para los ecosistemas marinos y para la salud de los consumidores. Por eso Green Wave desarrolló una alternativa a pequeña escala que puede ayudar a los pescadores artesanales —que representan todavía un 50% del mercado global— a mantener su oficio de manera sustentable. Esto ayuda además a cubrir la demanda de alimentos sin seguir sobreexplotando mares o tierra.
Filtro para beber el agua del océano
Ya se han construido plantas de escala industrial para desalinizar el mar y hacer su agua bebible. El problema es su costo y el daño que causan al ambiente, al usar grandes cantidades de energía y dañar el ecosistema marino.
Pero el filtro de grafeno es un invento totalmente innovador. Desarrollado por investigadores de Gran Bretaña, el invento utiliza el cristal de carbono puro —también llamado el “material del futuro”— para filtrar la sal, usando muy poca energía. Esto puede ayudar a cubrir las demandas de agua bebible de muchos países donde ésta escasea.
Un drone que poliniza
Ya se ha visto en numerosas ocasiones cómo el drone, más allá de mostrarnos los paisajes desde otra perspectiva, está ayudando a combatir numerosos retos en torno al cambio climático. Hace no mucho se dio a conocer un proyecto que pretende reforestar la selva Amazonas utilizando el drone. Hoy, el drone también es una opción para polinizar las plantas. Gran parte de lo que comes y bebes todos los días (manzanas, zanahorias, chocolate e incluso café) depende de la polinización, que permite que las plantas se reproduzcan. De hecho, alrededor del 75% de los cultivos del mundo se producen con la ayuda de polinizadores, como las abejas y las mariposas. Pero, debido a los estragos que está provocando el cambio climático, estos polarizadores naturales están desapareciendo y según la ONU es probable que enfrenten la extinción en algún momento no lejano. Con la esperanza de, no reemplazables sino ayudarles a hacer su trabajo, un grupo de investigadores científicos desarrolló un pequeño drone en forma de abeja, para contribuir a la polinización de las flores.
Un avión que emite vapor de agua
Aunque es solo un prototipo que solo puede llevar a cuatro personas más el piloto, este avión está sentando las bases del transporte masivo eco sustentable. El avión funciona con una corriente eléctrica a partir de un suministro de hidrógeno y oxígeno, ayudado por una batería. Su única emisión es, sin más ni menos, vapor de agua. “Esta es la primera vez que alguien construye un avión que puede transportar a más de una persona y que es impulsado por hidrógeno”, advierte André Thess del Centro Aeroespacial Alemán (DLR), que ayudó a construir el avión.
*Plus:
Forward, clínicas que redefinen lo que es el “cuidado preventivo”
Si bien no se trata de una invención ecológica, este proyecto podría estar dotando de una mucho mejor calidad de vida a las personas. Como parte de los 25 inventos que la revista Time calificó como los mejores de 2017, se encuentra este proyecto de clínicas llamado Forward, que combina la idea de las clínicas con la idea del wellness que hay detrás de los gimnasios. Así se propone, por 149 dólares, tener acceso ilimitado a estudios genéticos, pruebas de sangre, visitas de rutina al médico de cabecera y planes de nutrición. La compañía se encuentra en San Francisco, y está pensando en abrir más sucursales para hacer del cuidado del cuerpo algo integral y más completo, sin que esté disociado del cuidado médico.