El cambio climático está muy en boga ahora que recientemente fue celebrada la Cumbre del Clima 2014 en Nueva York. En este marco se realizó la manifestación más grande en torno al cambio climático de todos los tiempos: más de 600 mil personas marcharon en todo el mundo y están surgiendo cada vez más campañas en contra de la explotación de hidrocarburos, mayormente sobre el rechazo a la perforación del Ártico, que salta insensata en todos los sentidos.
El cambio climático es un tema que suma fuerza en la sociedad, la política, las artes, las letras y hasta en el entretenimiento. Proyectos alternativos alrededor del mundo, de más bajo perfil, pero generalmente más finos que aquellos situados en el mainstream, también están siendo movidos por el tema del cambio climático.
Un ejemplo de lo anterior es el colectivo artístico mexicano Maizz Visual, que ya antes había creado entes prehispánicos, instalaciones lumínicas tridimensionales hechas por medio de proyectores y software de mapeo de imágenes: una creativa instalación-protesta en contra el maíz transgénico.
Su trabajo es notable; crean una fusión entre tecnología, activismo y arte, que bien podría abrir la ventana a un campo cada vez más próximo y extenso. Como parte de esta línea recién se presentaron en el Summer Set Music & Camping Festival en Somerset, en Wisconsin, y desarrollaron, como marco alterno del entorno musical y festivo, rostros dimensionales de árboles, follajes con gestos que memoran la inexorable y bella necesidad que tenemos de estos en el planeta.
Curiosamente, este tipo de sutil y poderoso activismo puede darse en contextos que apuntaban, sobre todo en los últimos años, a una cultura de diversión y distracción pura. El colectivo sorprende al mezclar un ambiente festivo, donde miles de jóvenes esperan catarsis y distracción, con un atisbo de conciencia creativa e inteligente.
