Los cetáceos son animales tan inteligentes como los primates. Pueden aprender socialmente, resolver problemas complejos, usar herramientas, enamorarse y, por supuesto, usar el lenguaje de maneras tan cautivadoras como sorprendentes.
Las ballenas también emiten sonidos a través de los cuales transmiten un gran cúmulo de sentimientos. Las frecuencias pueden variar y significar distintas cosas, como en el caso de la ballena de 52 Hz, cuyo canto es tan agudo que se le llamó la ballena solitaria y se le atribuyó la tristeza.
Pero estos mamíferos han demostrado ser capaces de imitar el lenguaje humano, aunque jamás han podido aprenderlo, pues hasta ahora ningún experimento con esa intención ha funcionado. La ballena blanca llamada Noc ha sido de las que más se ha acercado. Se trata de un ejemplar que estuvo a cargo de la marina estadounidense en 1984; los soldados tenían la misión de adiestrarlas para ciertas tareas y, según cuentan ellos al respecto:
Tras siete años, Noc comenzó a hacer sonidos inusuales. Interpretamos las vocalizaciones de la ballena como un intento por imitar a los humanos.
También las orcas tienen esta impresionante capacidad, según demostraron algunos estudios y prácticas instructivas que se realizaron con estos ejemplares. Las orcas imitan los sonidos, pero sobre todo la entonación de palabras que escuchan de un entrenador, de manera asombrosamente similar a éste:
Suena como una novela de ficción, pero comunicarnos con otra especie animal podría ser posible. Las ballenas no tienen la capacidad de articular el lenguaje como nosotros y hablar, pues las diferencias físicas son demasiadas. Así que nuestros deseos antropomórficos quizá no lleguen muy lejos. Pero sin duda tienen la capacidad de elaborar un lenguaje mucho más complejo y de comunicar sus ideas, lo cual podría ayudarnos a comunicarnos con ellas de alguna ingeniosa manera; por ejemplo, con un traductor de algoritmos, algo que de hecho ya existe, pero hasta ahora no ha sido probado en cetáceos.
La frontera que nos separa se vuelve cada vez más delgada. ¿Qué nos diría esta fauna marina, de lograr la comunicación? Sólo esperemos que no tengan razones para odiarnos.
*Referencias: Las ballenas y delfines son tan inteligentes como los primates