El artista francés Sylvain Meyer realizó una serie de instalaciones en un escenario totalmente natural. Bajo el nombre de Land art, el artista creó formas (algunas hipnóticas, otras oníricas) en las que se refleja en un solo objeto la infinidad con que la naturaleza fluye a en sí misma. No se trata de evocar su lado bello ni estético, sino de mostrar cómo, por medio de diferentes factores como el sol, el viento, el agua, y otros elementos naturales, la naturaleza se modifica formando, inusitadamente, formas que parecen un molde prefabricado.
No sólo se trata de dar a conocer algo que sea bello y estético para la vista, sino también de mostrar el lado más sugestivo de la naturaleza: la sabiduría natural que engaña a los sentidos del ser humano.