El planeta no siempre ha sido como lo conocemos, hubo una época en que era muy caluroso. No obstante, la llegada de las plantas vino a cambiar el ciclo del carbono y la manera en que la Tierra regula su temperatura. Un nuevo estudio publicado en la revista especializada Nature, encontró evidencia de un cambio dramático en el funcionamiento del ciclo del carbono hace unos 400 millones de años, cuando las plantas comenzaron a colonizar el planeta.
La edad geológica es tan extensa que los pocos miles de años que llevamos viviendo como sociedades conscientes de nuestra existencia, no nos alcanzan para comprender las enormes transformaciones por las que ha atravesado el planeta. Quizá sea por eso que no hemos aprendido a valorar sus ciclos.
El ciclo del carbono y la regulación de temperatura
El ciclo del carbono es de suma importancia para el planeta, es a través de este que nuestra burbuja biológica regula su temperatura. Lo más asombroso es que incluye a elementos abióticos que no tienen vida, pero que en conjunto hacen funcionar a la Tierra como si esta misma tuviera vida propia. El conjunto de rocas, océanos, organismos vivos y la atmósfera, se encargan de regalarnos la temperatura adecuada para que podamos seguir subsistiendo. Pero hace millones de años, la introducción de las plantas en el ciclo del carbono vino a cambiarlo todo.
Para comprobar esto, la investigación realizada por el Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Universidad de Yale, se encargó de analizar muestras de rocas que abarcan los últimos tres mil millones de años. Gracias a esto, encontraron evidencia de un cambio dramático en el funcionamiento del ciclo del carbono. Según las rocas analizadas, este cambio se dio 400 millones de años atrás, en la época en la que las plantas comenzaron a colonizar la Tierra.
Las plantas propiciaron el surgimiento de animales terrestres
Los investigadores notaron un cambio en la química del agua de mar, lo que indica un cambio en la formación global de arcilla. Los autores sugieren que la propagación de plantas terrestres ayudó a mantener los suelos y a la producción de arcilla en tierra. A diferencia de la arcilla que se forma en los océanos y que conduce a la liberación de dióxido de carbono, la arcilla en tierra elimina el dióxido de carbono en el aire. Y como ya sabemos, una menor cantidad de dióxido de carbono, es sinónimo de un planeta más frío.
Hasta antes de la colonización de las plantas, el planeta vivía sumergido en un efecto invernadero constante. No obstante, su propagación por la Tierra ayudó a cambiar el ciclo del carbono y con ello la temperatura del planeta. Desde entonces la Tierra ha oscilado entre eras de hielo y periodos más cálidos. “Este tipo de cambio promueve la evolución y durante este período se aceleró la evolución de la vida compleja, con la formación de animales terrestres por primera vez”, dijo el Dr. Philip Pogge, líder de la investigación.
Así que, gracias a las plantas, la vida terrestre comenzó a surgir y ha evolucionado hasta lo que conocemos hoy en día. Si antes de este estudio ya se sabía la importancia de las plantas, ahora es crucial valorar a estos seres vivos que nos ayudan a mantener las condiciones idóneas para seguir subsistiendo.
Referencias:
Kalderon-Asael, B. Katchinoff, J. Planavsky, N. Pogge, P. (2021). A lithium-isotope perspective on the evolution of carbon and silicon cycles. Nature 595, 394–398. DOI