El océano es un lugar misterioso, en cuyos rincones habitan criaturas con simetrías casi perfectas y colores infiltrados por el inconsciente colectivo. Se trata de un ecosistema que refleja la magia trascendental del micromundo y el cosmos, de la experiencia fractal y el caos.
Basta con observar atentamente este escenario para desestabilizar tanto la perspectiva espacial como el continuum temporal, y así dejarse encandilar por las escenas vibrantes de los organismos que cohabitan en este planeta.
Por ello, el cineasta italiano Sandro Bocci, también conocido como Bolidesottomarino, rinde honor a este elemento indispensable del planeta: el océano. En su film Porgrave, enaltece la belleza perfecta de la naturaleza para demostrar la importancia del cuidado que el mundo necesita:
Es una película experimental que órbita entre las reflexiones filosóficas y científicas acerca del tiempo y el espacio, y que, a través de varias técnicas cinematográficas, abarca la magnificencia. Y con un soundtrack excitante, transmite vibras entre la ciencia y la magia.